Marco Rose compareció ante los medios en el Santiago Bernabéu, antes del partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League. Tras el último entrenamiento del Leipzig antes de medirse de nuevo con el Real Madrid, el técnico de los alemanes dejó claro que la eliminatoria está aún abierta, tras el 0-1 de la ida: «Venimos con mucha ilusión. En Madrid todo es posible. Los jugadores dicen que se puede, estamos convencidos de ello. Si no, nos iríamos a casa».
Rose ha amenazado con dar la sorpresa este miércoles en el Bernabéu: «Creemos que podemos lograr algo excepcional». A pesar de ello, Rose reconoce que necesitan «un rendimiento excepcional y algo de suerte» para darle la vuelta a la eliminatoria, pero que tienen argumentos para pensar que es posible. «En la ida demostramos que pudimos jugar de tú a tú. No vamos a cambiar muchas cosas, pero sabemos que debemos hacer un partido perfecto. ¿Por qué no vamos a tener oportunidades?», ha señalado.
El técnico del Leipzig ha destacado los aspectos que necesitan controlar para poder tener opciones de darle la vuelta al resultado de la ida, en el que perdieron por un gol de Brahim: «Un juego perfecto es muy complicado. Hay que ser fuertes mentalmente para lo que pueda ocurrir. Debemos estar muy bien en los ajustes defensivos y aprovechar espacios, porque necesitamos dos goles. Sabemos a lo que y a quién nos enfrentamos. Somos un equipo que crece».
A pesar de las dificultades, confía en que el equipo alemán pueda poner en muchas complicaciones al Real Madrid, para el que ha descartado que la eliminatoria esté a su favor en un 70%: «Eso es mucho para el Madrid y mañana lo vamos a demostrar». «Hemos estado aquí, ves las fotos, sus trofeos y crees que lo han ganado todo, tantas imágenes… Pero piensas que eso algún día se puede acabar. Hay que luchar aunque las cosas empiecen mal. Les diré a los chicos ese porcentaje que dices, que eso no puede ser», destacó.
También se pronunció sobre lo que sucedió el pasado fin de semana en Valencia, en el encuentro en el que el Real Madrid no ganó por el pitido de Gil Manzano en el momento en el que Brahim ponía un centro que remataría Bellingham a gol. Marco Rose ha reconocido que se «hubiera enfadado mucho» si le pasa a él, pero ha destacado que no está preocupado «por el arbitraje». «Cuando crees que se trata de manera injusta, pues te sientes maltratado. Es normal. Hay que estar de lleno metido en el partido. Yo no sé cómo hubiese reaccionado», apuntó.
Marco Rose ve en Bellingham a un líder
«Es un fenómeno, un guerrero, un ganador. Es especial. Ya es un líder, es intenso, imprevisible con el balón. No me sorprende su juego, sí el número de goles, tantos y tan importantes en su primer año. Su límite es el cielo, como digo con Xavi Simons», ha destacado el entrenador del Leipzig sobre Jude Bellingham, al que ya conoce.
También se ha pronunciado sobre Vinicius: «Lo conocemos bien, su capacidad en el uno contra uno. Y de su juego emocional. Sería un error pensar solo en él. No queremos centrarnos en solo en un jugador. Tenemos bajas en esa zona, así que no hay muchas alternativas en ese sentido. Pero si solo defendemos sabemos que no va a funcionar. Lo vimos con el Sevilla. Depende de nosotros, de nuestra autoestima soltarnos para atacar».
Sobre cuál de sus rivales es menos conocido, Rose lo tiene claro. Destaca que, aunque conoce a todos los jugadores del conjunto blanco, si tiene que decir uno, ese es Brahim, aunque él «ya lo conocía de la Youth League». Sobre el futuro del futbolista malagueño, ha sido claro: «Va a ser muy famoso».