La vida de Lucas Vazquez ha experimentado un importante cambio, a mejor, en las últimas semanas, explicado desde la recuperación de la inspiración de uno de los soldados por excelencia de la guardia pretoriana de Zinedine Zidane. El extremo gallego ahora es también lateral, es más maduro, más fuerte y capaz de doblar posiciones y esfuerzos durante 90 minutos sin que los rivales puedan encontrar grieta alguna en su juego. La versión 2.0. del ’17’ del Real Madrid le convierte en titularísimo cuando eran pocos los que esperaban que se ganara de nuevo un papel de peso en la rotación.
Memetizado en las redes sociales, la figura de Lucas pasó a copar titulares virtuales debido a las bromas, algunas de mal gusto, de aquellos que pedían su marcha del Real Madrid con la burla como bandera. Es muy cierto que el nivel mostrado por el gallego de dos años a esa parte había sido inferior a lo que pide un atacante del trece veces campeón de Europa, pero no lo es menos que Zinedine Zidane seguía manteniendo su confianza en él. Y si esto sucedía, era por algo.
Defenestrado como extremo, pero siempre al servicio del equipo, Lucas recibió una inesperada oportunidad en forma de regalo, un regalo bomba. Las lesiones de Carvajal, Odriozola y Nacho, y las pruebas frustradas de Militao y Mendy, le dejaban una vacante en el lateral derecho que no iba a desaprovechar. Con las lógicas dudas al inicio, Vázquez solucionó con arrojo y coraje los defectos tácticos de alguien nuevo en la posición, y se fue asentando en la titularidad, primero a la fuerza, antes de afianzar una condición de indiscutible que continúa a día de hoy.
‘Memetizado’ en las redes sociales, la figura de Lucas pasó a copar titulares virtuales debido a las bromas, algunas de mal gusto, de aquellos que pedían su marcha del Real Madrid
Lucas aprobó con nota en el Camp Nou, dio la talla en medio de la montaña rusa de sensaciones y resultados de la Champions League, y terminó de tirar la puerta contra el Atlético de Madrid, donde Zidane, ya con Carvajal recuperado para la causa, decidió no prescindir de Lucas y colocarle, de nuevo, en su posición más familiar, la de extremo por la banda derecha, con resultados sobresalientes.
En total son 11 partidos consecutivos de titular y nueve de ellos completos, como lateral, extremo o de lo que le pongan. Incluso en las dos posiciones en un mismo encuentro, como sucediera en el derbi, Lucas ha demostrado estar preparado para dar la talla, de nuevo con la chispa de confianza y técnica que encandila al madridismo, siempre como acompañantes de un físico y un coraje de los que arrancan ovaciones en el Santiago Bernabéu, ahora en obras, pero que volverá a ver a uno de sus clásicos correr la banda ya con sus nuevas galas.
Lucas aprobó con nota en el Camp Nou, dio la talla en medio de la montaña rusa de sensaciones y resultados de la Champions League, y terminó de tirar la puerta contra el Atlético de Madrid
De discutido a indiscutible
Porque Lucas es uno de los clásicos del madridismo y ha pasado de la crítica más feroz a una resurrección digna de uno de los clubes más importantes del planeta. Y el secreto está en su resistencia mental, pero también en el físico. Amante de la preparación en busca de un estado óptimo, el extremo –y lateral– ha sido ejemplar en todo momento para mantenerse en forma, entrenando al máximo nivel posible tanto con el grupo como de forma individual, y con un porcentaje de grasa corporal ínfimo. En definitiva, en plenas condiciones para aprovechar una oportunidad que sabía que iba a aparecer.
Ahora, las críticas parecen injustas, las burlas muy lejanas y la realidad sólo sostiene la opinión de que Lucas Vázquez es clave para que el proyecto del Real Madrid 2020-2021 llegue lo más lejos posible tanto en Liga como en Champions League. Ya sea como indiscutible en los días clave, parte de una segunda unidad o como relevo en las segundas partes. El soldado ha regresado por sus fueros para poner su mejor versión, de nuevo, al servicio de Zinedine Zidane, y el Real Madrid se beneficia de ello. A corto plazo, Lucas se ha ganado la condición de titularísimo.