Vuelve el fútbol para el Real Madrid y con él, vuelve también la gran estrella del proyecto. Eden Hazard volverá a los terrenos de juego 112 días después de sufrir una fisura en el peroné distal que le obligó a pasar por el quirófano, con unas graves consecuencias para el equipo blanco, minimizadas por el obligado parón ocasionado por el coronavirus. El ‘7’ acortó plazos y se ha preparado a conciencia para que su nivel sea superior al de antes de la lesión y como consecuencia, servir de inestimable ayuda al Madrid para pelear por la Liga.
Hazard es el jugador franquicia del nuevo proyecto y la inversión para su fichaje, la más cara de la historia del club, invita a un rendimiento inmediato que por diferentes motivos, no pudo ponderarse en sus primeros meses como madridista. Asomando a la treintena –llegará el próximo mes de enero– el parón ha brindado a Eden la oportunidad de recuperarse y volver para ser importante.
Del talento del extremo belga no duda nadie en la entidad, y el cuerpo técnico está dispuesto a otorgarle las llaves del ataque desde el minuto uno. Para ello, Eden apartará del once inicial a Vinicius, la revelación de los últimos 12 meses, por lo que la exigencia es máxima si no quiere que el brasileño se imponga con su velocidad y desequilibrio constante.
Vinicius y Hazard no son por el momento compatibles para Zidane, pero sí pueden formar un combo de peligro extremo para los rivales. Eden será, salvo sorpresa mayúscula, titular en las alineaciones de Zidane, al menos en los partidos clave, pero Vini puede salir en las segundas partes para aportar frescura y regate, ya sea con Eden dentro o fuera del campo.
Hazard se juega el crédito en 11 finales
11 son los partidos que tiene por delante Hazard para terminar de ganarse al madridismo, y la fórmula tiene un aspecto tangible que le permitiría conseguirlo: el título de Liga. Con la Champions pospuesta y muy complicada para el Real Madrid, la competición doméstica se ha convertido en objetivo obligado para el equipo madridista, y tanto compañeros, como directivos y cuerpo técnico confían ciegamente en que Eden Hazard sea el elemento desequilibrante que provoque un salto de calidad hacia la Liga al Madrid.