La victoria del FC Barcelona en el Santiago Bernabéu provocó la euforia de Joan Laporta. No era para menos. En un año en el cargo en el que nada le ha salido bien, el presidente se llevó su primera alegría con una nueva victoria en el estadio del Real Madrid. La goleada por 0-4 hizo que, acompañado de parte de su directiva, bajase del palco y celebrase sobre el césped y en los vestuarios el triunfo junto a Xavi Hernández.
La comitiva azulgrana saltó al césped para inmortalizar el primer gran triunfo de la nueva era Laporta, después de imponerse con autoridad en el Bernabéu y confirmar que el Barça está en condiciones de competir contra cualquiera. Después de una temporada nada sencilla, en la que los culés dimitieron de la pelea por la Liga en el mes de noviembre, de ser eliminados de la Champions League y de dar la sensación de que no estaban a la altura de los grandes, la victoria contundente ante los blancos confirma el regreso de los blaugranas al máximo nivel.
