Hay noches en las que un jugador vive un antes y un después. Partidos en los que se consagra. No hace falta que sea ni siquiera titular, sólo que cuando el entrenador demande su presencia sea capaz de cambiar el partido. Una de esas noches la vivió Casemiro un 8 de abril de 2014 en Dortmund. Con el Borussia pasando por encima al Real Madrid en cuartos de final, Ancelotti dio entrada al brasileño y desconectó a los alemanes. Una película muy parecida ha vivido Eduardo Camavinga frente al Chelsea. El francés saltó al terreno de juego relevando a Toni Kroos en el minuto 73’ y su presencia sobre el césped subió el rendimiento de los blancos.
Camavinga demostró en el momento justo que puede ser el relevo de un Kroos que abandonó el césped muy enfadado. El alemán no se quería ir de un partido como el que se estaba viviendo ante el Chelsea, pero Ancelotti acertó de pleno dando entrada al galo, que demostró que puede ser el digno heredero de un jugador de leyenda como es el germano.
Tal y como desveló Eduardo Inda en El Chiringuito de Jugones, Kroos ya ha comunicado a sus compañeros que se retirará después de la temporada 22-23. El alemán ha tomado la decisión de colgar las botas cuando finalice el próximo curso, pero el Real Madrid sabe que tiene a su recambio en la plantilla. Camavinga, que futbolísticamente no se parece al germano, sí ocupa a la perfección su zona en el terreno de juego.
Carlo Ancelotti tiene un plan perfectamente trazado para Camavinga. El italiano ve en el joven jugador francés un interior de presente y futuro. Un futbolista preparado para el fútbol moderno. El actual entrenador del Real Madrid está convencido de que el galo tiene cualidades que le llevan a ocupar esa posición, donde mejor rinde. A pesar de que en sus inicios jugó de pivote defensivo y no se siente incómodo ocupando esa zona en el terreno de juego, lo que le convierte en un futbolista polivalente dentro de la plantilla, llegó al conjunto blanco para comenzar a coger el testigo del alemán.