14 años en Valdebebas

Jaime Calleja: una vida dedicada al Real Madrid

El central lleva años siendo capitán en La Fábrica

Sus amigos y compañeros de equipo le llaman el 'Abuelo'

Dedica todos sus goles a sus padres y hermana

Jaime Calleja con el Real Madrid C. (@jcalleja4)
Jaime Calleja con el Real Madrid C. (@jcalleja4)

Jaime Calleja cumple una vida en La Fábrica. El central del Real Madrid C acaba de cumplir sus 22 años y encarrila 14 temporadas de aprendizaje en Valdebebas. Es, junto a Lorenzo Aguado, el canterano que más años lleva en la Ciudad Deportiva. Loren podría haberle superado, pero su año sabático en el Navalcarnero (2021-22) hace que ambos estén a par iguales. No obstante, en comparación a su compañero, Jaime ha sido un líder en todos los equipos en los que ha estado.

Llegó con ocho años al Real Madrid y su vida sólo dio latidos por el club blanco. Además, desde siempre se le han encargado responsabilidades inmensas. Desde siempre, Jaime Calleja ha lucido el brazalete de capitán en su brazo. Un deber que ha sabido respaldar al paso de los años. El curso pasado, el de Brunete lideró al Real Madrid C de Pau Quesada (ahora en el Torino) hacia la Segunda Federación. En el verde, Calleja es un zaguero agresivo y rápido en los duelos. Destaca en el juego corto y tiene una notable virtud de anticipación. Completa su talento defensivo con una gran salida de balón desde atrás. Sabe filtrar balones desde la zona defensiva.

Jaime Calleja con el Real Madrid en 2016. (@jcalleja)
Jaime Calleja con el Real Madrid en 2016. (@jcalleja)

Este curso, bajo las órdenes de Álvaro Gómez-Rey, el defensa ha marcado un gol, contra el Rayo Majadahonda. No suele enjaular en muchas ocasiones, pero siempre que lo hace, el gol va dirigido a su familia. En en el antebrazo izquierdo, Calleja tiene tatuado un infinito con símbolos que representan a su padre, a su madre y a su hermana. Siempre que marca, el zaguero se besa el dibujo para dedicárselo a ellos.

La llamada del Real Madrid a Calleja

Jaime tocó por primera vez un balón en su pueblo, en Brunete. Allí, el defensa hizo sus clases entre 2009 y 2011, hasta que Chamartín le llamó. Ese día, Adrián Izquierdo, amigo de Calleja, se acuerda perfectamente. En un partido con su equipo, el zaguero confiesa a sus compañeros. «Estábamos todavía jugando en el Brunete, cuando de repente en el calentamiento llega y nos dice: «Chavales, el Real Madrid ha contactado conmigo y quieren que vaya a jugar allí»», relata.

Parecía un sueño, pero aun eran críos. A estas alturas de la vida, lo habitual es que uno quiera jugar con sus amigos, y Adrián lo sabe muy bien. «Teníamos siete años y nosotros le dijimos: ‘¿Pero cómo te vas a ir? ¡Quédate aquí!’», decían sus compañeros. No obstante, Jaime escuchó su corazón. Adri, 15 años después, no se arrepiente de su marcha. «Menos mal que no nos hizo caso. Cuando ves lo que ha conseguido y lo que queda… Sabíamos que no podía dejar pasar ese tren que solo pasa una vez en la vida», reconoce.

Un gran amigo y un «abuelo»

Dentro del vestuario, Jaime es muy querido y muy cercano. El liderazgo fluye por sus venas. Dentro del verde y fuera de él, Calleja se ha ganado un apodo, el de ‘Abuelo’. Cosas que pasan cuando uno es el veterano del equipo. En un amigo invisible con los compañeros, al zaguero le regalaron un bastón, para cuando llegue la jubilación. Sus amigos también le consideran como el ‘Abuelo’ del grupo. Humilde y responsable, el 4 lleva el brazalete de capitán, incluso cuando está con sus más íntimos. «Alguna vez me ha puesto los pies en la tierra», explica Alejandro Márquez, uno de sus amigos de Brunete.

Pero Jaime no solamente es un ser autoritario. Para los suyos, el central es un trozo pan. «Como amigo, es increíble. Todo el mundo pensará que lo digo porque llevamos diez años siendo amigos. Pero es una realidad, además de ser un gran profesional, es cariñoso, generoso, humilde, atento… me faltan palabras para describirlo. Está siempre que le necesitas a pesar de que no nos veamos muy a menudo. Las pocas veces que coincidimos, siempre es una fantasía. Yo que soy super cariñosa, entonces siempre le achucho», cuenta Irene Pérez.

Jaime Calleja (blanco) y su grupo de amigos de Brunete.
Jaime Calleja (blanco) y su grupo de amigos de Brunete.

Cuando sus más cercanos hablan de él, las palabras que resuenan son siempre las mismas: cercanía, humildad, orgullo y admiración. «Tener cerca a Jaime es tener el corazón calentito, sabes que siempre va a estar ahí para ti cuando lo necesites, así lo ha demostrado siempre. No solo actúa como capitán en su equipo profesional, también nos intenta guiar hacia el mejor camino a aquellos que estamos en su círculo más cercano. Te anima siempre a ser mejor persona, a dar la mejor versión de ti. Desde el momento en que le conocí, le he admirado cada día», zanja Paula Sánchez.

A pesar de haber dedicado prácticamente su vida entera al Real Madrid, Jaime Calleja ha sabido controlar su vida profesional y personal, siendo un ejemplo para sus compañeros, pero también para sus más cercanos.

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