El árbitro José Luis Munuera Montero no cumple con la cláusula de exclusividad que figura en su contrato como árbitro con la Federación Española de Fútbol. Tal como demuestran las fotografías que desvela OKDIARIO, acude a eventos profesionales como fundador de Talentus Sports, su polémica compañía que trabaja con múltiples empresas del deporte, incluyendo clubes de fútbol. Por una parte, patrocinó y asistió como ponente a un evento sobre el sector del comercio. «Gracias a José Luis Munuera Montero y su empresa Talentus Sports Recruitment porque es impresionante cómo te reciclas, tu forma de ver la vida y tus ganas de ayudar a la sociedad», escribió otro interviniente. Por otra, su web recoge su participación en una mesa redonda sobre «Comportamientos educativos en el deporte» en la Universidad de Córdoba a la que acudió como «fundador de Talentus».
En todo caso, la cláusula decimoquinta del contrato que firman los árbitros con la RFEF establece explícitamente la obligación de exclusividad. No pueden dedicar su jornada laboral a otra labor que no sea la de árbitro. Sin embargo, este periódico le ha podido localizar en varios eventos promocionando su empresa. Él mismo en LinkedIn y en la web de Talentus Sports reconoce que es el «fundador», aunque en el Registro Mercantil aparece como administrador único un estrecho colaborador suyo.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la UEFA han tomado la decisión de apartar temporalmente al árbitro José Luis Munuera Montero de sus funciones, mientras se investiga un presunto conflicto de intereses relacionado con sus actividades empresariales. La medida se produce tras revelarse su vinculación con la empresa Talentus Sports Speakers SL, dedicada a la consultoría y gestión deportiva. La empresa ha compartido ofertas de trabajo de clubes de fútbol de primer nivel.
La investigación abierta por la RFEF busca determinar si existe una violación de la cláusula de exclusividad, que forma parte integral del contrato laboral de los árbitros profesionales. El contrato incluye una compensación económica específica dentro de la retribución anual de los árbitros, que se sitúa en torno a los 140.000 euros, más aproximadamente 25.000 euros adicionales por derechos de imagen, además de las dietas correspondientes por partidos y desplazamientos. A pesar de ello este árbitro quiere impulsar una empresa que, como todas, busca un beneficio económico.
La documentación contractual establece que «el incumplimiento de las obligaciones establecidas será constitutivo de una transgresión de la buena fe contractual y de una falta laboral muy grave, estando facultada la RFEF para adoptar las medidas disciplinarias que resulten oportunas, incluido el despido». Esta cláusula, por tanto, podría tener serias implicaciones para el futuro profesional del colegiado.
Comunicado
Tras el estallido del escándalo, el colegiado eliminó publicaciones de LinkedIn. Se trata de una acción que ha generado mayor debate sobre la transparencia de sus actividades empresariales. Lejos de no tocar nada porque supuestamente no hay ilegalidad ninguna, el árbitro y su equipo han intentado borrar las pruebas.
En respuesta a la polémica, Munuera Montero ha emitido un comunicado defendiendo su posición: «En estos últimos meses ha quedado evidenciado el ataque desmesurado hacia el colectivo arbitral, en esta última ocasión siendo yo el protagonista. La empresa Talentus Sports Speakers no ha facturado desde su creación ninguna cantidad a entidad deportiva alguna, ya sean clubes, federaciones o empresas de la industria del deporte».
No obstante en su web se venden como una plataforma con clientes que pagan: «Forma parte de Talentus: nuestros clientes reciben, durante todo el desarrollo del programa, el impulso, apoyo y seguimiento de Talentus. Acordaremos juntos las características y puesta en escena del evento, en función de tu presupuesto».
El caso ha cobrado especial relevancia en un momento en el que el arbitraje en el fútbol español está en tela de juicio tras el caso Negreira. Precisamente este árbitro tuvo nexos con el ex vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) y su hijo. Posteriormente la decisión de plasmar en un acta postpartido unas palabras malinterpretadas de Jude Bellingham le ha colocado en el centro de la polémica. El futbolista inglés maldijo la situación diciendo «Fuck off» y el árbitro interpretó un insulto directo: «Fuck you».
La empresa en cuestión, Talentus Sports Speakers SL, se presenta como una consultora especializada en la industria deportiva, ofreciendo servicios de reclutamiento y gestión de talento. Según la información disponible en su sitio web, la compañía había colaborado en diversos eventos del sector y mantenía relaciones profesionales con diferentes entidades deportivas.
La UEFA, por su parte, ha respaldado la decisión de la RFEF de apartar temporalmente a Munuera Montero, suspendiendo también sus designaciones para competiciones europeas hasta que se resuelva la investigación. Esta medida preventiva busca preservar la integridad de las competiciones y mantener la confianza en el sistema arbitral.
Los expertos en derecho deportivo señalan que el caso podría sentar un precedente importante sobre la compatibilidad de actividades empresariales con la función arbitral, la transparencia y la regulación de los conflictos de interés fuera del terreno de juego. Mientras tanto, el colectivo arbitral ha mantenido un silencio institucional, a la espera de que se resuelva la situación de su compañero en los próximos meses.
