Las horas previas del encuentro que medirá a Huesca y Real Madrid están marcadas por enfado de Zidane en rueda de prensa. El entrenador francés ha dicho basta ante los periodistas y ha pedido respeto a sus jugadores, esos mismos que la temporada pasada fueron capaces de ganar la Liga. Los mismos que este curso cayeron ante el Athletic en las semifinales de la Supercopa de España, se pegaron un batacazo frente al Alcoyano en Copa, están a 10 puntos del Atlético en el campeonato doméstico y están a siete partidos de ganar una Champions donde coquetearon con quedar eliminados en fase de grupos. El Atalanta les espera.
Zidane está muy molesto con la situación, pero el objetivo está más que claro. Olvidarse del ruido externo, unirse y pelear hasta final de temporada. La situación no es sencilla, pero el escudo lo obliga. Por ello, el francés quiere que su equipo vuelva a ser esa piña que conquistó Europa. Lo que están viviendo actualmente poco tiene que ver con aquello, pero el fondo es el mismo. Ser un bloque blindado que deje todo en el césped hasta que no haya opciones de éxito, aunque la realidad es que el fútbol no se lo está poniendo fácil a Zidane.
Y es que, las bajas se le acumulan. Los blancos han viajado a Huesca dejando a siete jugadores en la enfermería y a otro sancionado. Sólo han sido capaces de recuperar a Nacho, que como Zidane ha conseguido superar el coronavirus. Ninguna buena noticia más y dos muy malas han recibido el francés durante la semana. Carvajal, Lucas, Valverde y Rodrygo siguen sin recuperarse, mientras que al parte de bajas se sumó primero Hazard, que estará unas tres semanas en el dique seco, y, cuando parecía Ramos ya regresaba, se ha resentido de las molestias que sufre en el menisco y tampoco podrá estar en El Alcoraz. Tampoco estará Isco que sufrió un pinchazo en la espalda en el último entrenamiento.
Por lo tanto, Zidane tendrá que inventarse un once que sea capaz de plantar cara a un Huesca que llega colista, pero con la moral por las nubes. Para ello, Odriozola apunta a que repetirá en el lateral derecho, Nacho será central junto a Varane y arriba Vinicius sustituirá a Hazard. El resto del equipo el esperado.
Con energías renovadas
El Huesca llega a este encuentro último, pero la victoria ante el Valladolid en la última jornada ha llenado de moral a un equipo que quiere dar la sorpresa para seguir agarrándose a Primera. Pacheta mostró su preocupación en rueda de prensa con un conjunto blanco que puede acudir a la cita «en modo apisonadora o enfadado» tras la derrota ante el Levante. También apeló a tratar de «competir» y a ponérselo «incómodo» para tener opciones.
Para este encuentro, Pacheta tendrá las bajas de Antonio Varela, operado del hombro, y Pedro Mosquera. Tampoco estará Ínsua, que es baja por coronavirus, además de Sandro, que es duda. En cuanto al once, el técnico apostará por el mismo equipo que obtuvo el triunfo ante el Valladolid. Con línea de cinco defensas, Rafa Mir y Okazaki serán los encargados de comandar el ataque oscense.