Diego Pablo Simeone culpó a la víctima del lanzamiento de objetos que se produjo este domingo en el Metropolitano desde el minuto 64 hasta el 70 aproximadamente del derbi entre el Atlético y el Real Madrid. En este caso, el perjudicado era Thibaut Courtois, al que aunque no le llegó a alcanzar ningún mechero, estuvo en peligro y tuvo que avisar al árbitro Busquets Ferrer de lo que estaba ocurriendo.
Como decimos, fue precisamente a Courtois al que señaló culpable tanto Simeone como su capitán, Koke Resurrección, pero lo único que había hecho el belga era celebrar con fervor el gol de Eder Militao mirando a ese sector de la grada que le llevaba increpando verbalmente durante todo el partido. Aun así, fue objeto de críticas por parte del Atlético, un club y una afición que nunca ha superado su fichaje por el Real Madrid.
Sin embargo, habría que recordarle a Simeone que las provocaciones por las que él culpa a Courtois de lo ocurrido eran más que habituales en él en su etapa como jugador, y también de entrenador. Lo más típico del argentino es cuando presume de «tener huevos» en sus grandes victorias, es decir, cuando se lleva la mano a sus partes nobles.
Lo hizo hace 24 años cuando jugaba en el Lazio. El 7 de mayo de 2000 su equipo venció al Bolonia por 3-2 en la antepenúltima jornada de la Liga italiana, siendo él el autor del 2-1. La victoria fue clave para que se acabasen llevando el Scudetto y es por eso que fruto de su alegría, Simeone se echó la mano al paquete para hacer alarde de su grandeza.
Simeone, provocador en todas las fases de su carrera
También lo repitió hace 11 años durante una etapa en la que ganó experiencia como director técnico, en este caso con el River Plate de Argentina. Misma situación, título de Liga para el equipo de su país y mano a sus partes bajas mirando a su afición, un gesto totalmente fuera de lugar e irrespetuoso que puede ofender al rival.
Así festejó #simeone el Apertura 2008 cuando era DT de #River #atleti #cholo pic.twitter.com/vp0dehrfoh
— juan pablo santos (@juandeamerica) February 20, 2019
Pero quizá la más famosa de todas fue ya en su larga época como técnico del Atlético, un gesto que dio la vuelta al mundo, sobre todo cuando unas semanas después se le volvió en contra. Fue en 2019, cuando el equipo rojiblanco ganó por 2-0 a la Juventus en el duelo de ida de octavos de final de la Champions League.
Simeone se volvía a llevar las manos a los genitales mirando a la afición del Metropolitano, pero Cristiano Ronaldo se la iba a devolver con un hat trick en la vuelta en Turín con el que eliminó a los colchoneros de la máxima competición europea. Aquel gesto le costó una multa económica de 20.000, por lo que habrá que ver qué decide el Comité Antiviolencia español sobre sus palabras a pie de campo en DAZN.
Esta no es la única sanción a la que se ha enfrentado siendo ya entrenador, pues en 2016 estuvo apartado tres partidos por lanzar un balón al terreno de juego en un partido de Liga contra el Málaga. El ex árbitro Mateu Lahoz le expulsó en el Vicente Calderón y relató en el acta la infracción que había cometido el argentino.
Y una imagen que no ha trascendido tras sus palabras del domingo, pero que hay que recordar que en el derbi de Copa del Rey de la temporada pasada en el Metropolitano. En un crudo enfrentamiento con Vinicius Junior, el brasileño le recordó el número que llevaba en su camiseta, el siete, y este le respondió con lo siguiente: «El 7 la concha de tu madre».
Que bien enseñando los números al Cholo. Se está ganando el Nobel de Educación. pic.twitter.com/BgMd9xIWo2
— Llourinho (@Llourinho) January 19, 2024