En la noche en la que el fútbol lloraba la muerte de su Dios, Diego nos había dejado para siempre y la pelota se quedaba huérfana, Eden Hazard, la estrella del Real Madrid, por fin lució su mejor traje en una gran noche. Con el Giuseppe Meazza como testigo, escenario donde los blancos consiguieron la Undécima, el belga se echó a su espalda al equipo para guiarle en una victoria tremendamente importante que le deja su camino hacia los octavos de final de la Champions encaminado.
Lo necesitaba Hazard y lo necesitaba el Real Madrid. Un gran partido en la competición de las competiciones. Donde las estrellas brillan más que nunca. Y Eden lo hizo asumiendo unos galones que le llevaban demasiado tiempo esperando. Sin Sergio Ramos ni Benzema y con Casemiro en el banquillo, es decir, sin la columna vertebral de Zidane de inicio, el ‘7’ tenía que dar un paso al frente y tanto que lo dio. No se había cumplido el minuto 10 de partido cuando Nacho caía en el área, el árbitro señalaba penalti y el atacante cogió la pelota decidido para realizar un lanzamiento que terminó besando las redes del Inter del Milán para comenzar a cimentar el triunfo madridista y anotar su primer gol vestido de blanco en la Champions.
Tras el tanto su rendimiento fue en aumento. Guiando el ataque de un Real Madrid que desplegó un gran juego para ganar por primera vez en un estadio donde hasta la fecha no había sido capaz de doblegar ni a Inter ni a Milan. De sus botas nació la jugada que acabó en penalti, combinó a la perfección con Ödegaard y Modric y, sobre todo, por primera vez asumió el papel de líder que se le lleva reclamando desde el verano pasado, cuando llegó del Chelsea para ser el jugador llamado a marcar la diferencia, pero que entre lesiones y algún otro contratiempo no pudo lucir.
Un año de la patada de Meunier
Un día después de brillar ante el Inter de Milán se cumplirá el primer aniversario de la patada que le dio Meunier en el duelo de la fase de grupos que enfrentó a Real Madrid y PSG en el Santiago Bernabéu. Ese día comenzó un calvario que continuó meses después en el Ciudad de Valencia y que se ha visto prolongado este año con una dolencia muscular y un contagio de coronavirus. Pero después de tanta mala suerte, Hazard ha decidido hacer borrón y cuenta nueva para comenzar una nueva etapa vestido de blanco.
Eden quiere hacer historia en el Real Madrid y la primera piedra para conseguirlo la ha puesto en Milán, donde tras mucho tiempo por fin Hazard fue Hazard. El presente y, sobre todo, el futuro es para él y Zidane espera que siga creciendo para marcar la diferencia. Con el belga bien todo es posible.