«No tendrá que parar a Haaland, tendrá que parar a todos». La reflexión cuando uno pregunta por la difícil tarea que tendrá Antonio Rüdiger a la hora de frenar este miércoles en el estadio Santiago Bernabéu a Erling Haaland es clara. Y es que, el Real Madrid afronta el partido contra el Manchester City bajo en defensas y el alemán será el líder de la zaga madridista, donde estará acompañado por Valverde, Asencio y Carreras.
Desde el entorno de Rüdiger reconocen que su regreso tras la lesión ha sido prematuro, pero también dejan claro que se siente bien. Esto es lo más importante. La grave lesión muscular que sufrió está superada y le está permitiendo rendir al máximo nivel. Hasta el punto de ser el único central sano, junto a Asencio, que tiene Xabi disponible en este momento.
Rüdiger se volverá a ver las caras con Erling Haaland, como aquel abril de 2023, donde le hizo un marcaje para la historia en el estadio Santiago Bernabéu para secar al potente delantero noruego. En la vuelta, Ancelotti decidió dejarlo en el banquillo y el resultado fue una goleada de los de Guaridola. Al año siguiente, el alemán jugó tanto la ida como la vuelta, el nórdico no marcó y el germano terminó poniendo la guinda marcando de penalti el gol definitivo de la tanda. Este miércoles se vivirá un nuevo capítulo entre ambos, aunque el madridista tendrá que estar muy pendientes del resto de atacantes ingleses.
El ‘plan renove’ con Rüdiger
Rüdiger y su entorno eran conscientes de que el Real Madrid se reuniría con ellos para abordar su renovación en cuanto el alemán regresara a los terrenos de juego. El central termina contrato el próximo 30 de junio y el club debe negociar una posible ampliación. La postura de la entidad es clara: le propondrán un año adicional con una rebaja salarial. Es decir, su sueldo -actualmente cercano a los nueve millones netos por temporada- disminuirá en esta nueva oferta. Además, dejaría de percibir los dos millones anuales correspondientes a la prima de fichaje que recibió tras llegar libre del Chelsea en 2021.
La intención del Real Madrid es ofrecerle un año más reduciendo su salario. En las próximas semanas ambas partes se reunirán para intentar cerrar un acuerdo, aunque no se espera que haya grandes complicaciones. La prioridad de Rüdiger es evidente: seguir vistiendo de blanco. El defensa tiene decidido continuar una temporada más en el club. Se siente feliz en Madrid, totalmente integrado en el vestuario y muy querido por la afición. Desde la entidad, además, valoran su compromiso y el sacrificio mostrado durante el último curso.
Motivos no faltan. Rüdiger fue un ejemplo de profesionalidad, disputando buena parte de la temporada con fuertes molestias en la rodilla. A sus 32 años, acumuló 4.539 minutos en 56 encuentros. Finalmente, una lesión en la rodilla lo obligó a pasar por el quirófano y perderse el tramo final de la Liga.
Aunque la idea inicial del Real Madrid era evaluar su estado físico en los próximos meses, ahora se inclinan por mantener a un jugador que aporta solidez defensiva y que también es una voz con peso dentro del vestuario. Con la salida de Alaba asegurada y antes de acudir al mercado -algo que aún no se descarta-, continuar contando con el alemán se presenta como una opción muy interesante para el club.