El gol de Kevin de Bruyne estuvo marcado por la polémica. En la jugada que precedió al gol del belga, el balón pudo haber salido por la línea de banda en una jugada donde Bernardo Silva no pudo controlar bien la pelota. Poco después el Manchester City igualó el partido con un gol que despertó el enfado de los jugadores del Real Madrid. De hecho, Carlo Ancelotti protestó esta acción y recibió la tarjeta amarilla por parte de Artur Dias, colegiado del encuentro.
Y es que nada más acabar el encuentro, la cadena televisiva BeIn Sports, confirmó a través de su tecnología que el balón había salido por varios centímetros. Por lo tanto, el gol de Kevin de Bruyne subió al marcador siendo este ilegal. La polémica está servida y el Real Madrid tiene serios motivos para estar más que enfadado con el colectivo arbitral y en especial con el VAR de la UEFA, que revisó la acción pero tras un par de minutos sin reanudarse el juego, decidió que el gol era válido.
«El VAR normalmente debería verificar si el gol es regular o no, en una situación como esa, tienen que intervenir. No retrocedieron lo suficiente para verificar», dijo Arsene Wenger, quién ocupa un cargo importante dentro de la UEFA como Jefe de Desarrollo del Fútbol Global.
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— NACHO TELLADO (@_naxotellado) May 9, 2023