Madrid se convirtió en una macrofiesta para dar la bienvenida a los héroes de París. Los hombres que unas horas antes habían ganado al Liverpool en el Stade de France con un gol de Vinicius y una actuación antológica de Courtois. El mejor portero del planeta, que firmó 90 minutos memorables en la capital de Francia. Salah y Mané no le olvidarán jamás. La celebración que comenzó sobre el césped de Saint Dennis y se prolongó hasta altas horas de la madrugada, tuvo su continuidad en la capital, donde medio millón de aficionados estuvieron en la calle.
El formalismo se mantuvo en las tres primeras paradas. La Almudena, donde Ancelotti y su plantilla ofrecieron la Champions y la Liga a la patrona de la capital, en la Comunidad de Madrid, escenario en el que Isabel Díaz Ayuso disfrutó como una madridista más, y en el Ayuntamiento, con un José Luis Martínez Almeida que sigue siendo muy atlético, pero se ha convertido en talismán de los blancos.
Tras las visitas a las instituciones, comenzó la fiesta de verdad. Autobús descapotable incluido, los jugadores del Real Madrid recorrieron las calles de la ciudad con un primer punto claro: la Plaza de la Cibeles. Miles de madridistas abarrotaron el Paseo de Recoletos para ver en directo a los reyes de Europa. Marcelo, capitán de este equipo de leyenda, fue el encargado de ataviar a la diosa con una bufanda y una bandera del conjunto blancos. Después, le dio un beso y levantó la Champions para delirio del madridismo.
Tras estar en Cibeles, pusieron rumbo a un Santiago Bernabéu que colgó el cartel de no hay billetes para ver en directo a los campeones. 55.000 madridistas se presentaron en el coliseo blanco como si de un partido se tratase para disfrutar de una fiesta memorable. Miki Nadal, maestro de ceremonias, fue presentando uno a uno a todos los jugadores. Modric, Benzema, Vinicius, Valverde y Courtois se llevaron grandes ovaciones, pero el momento más emocionante fue cuando le tocó el turno de salir a Marcelo.
La emoción de una leyenda
Junto a la Decimocuarta y entre lágrimas, Marcelo fue el último jugador en ser presentado. El gran capitán pisó el verde del Bernabéu por última vez vestido de corto, por lo que las emociones estaban a flor de piel. Tras una carrera brillante y 25 títulos, el lateral zurdo que llegó en invierno de 2007 a Madrid se va siendo una auténtica leyenda. Su legado estará siempre en la historia del club de las 24 Copas de Europa.
“Es un momento maravilloso. Cierro un ciclo en el mejor club del mundo. Hoy no es un día de tristeza, es un día de alegría porque hemos ganado el mejor campeonato del mundo. El futuro del Real Madrid está muy bien con los jóvenes. Muchas gracias”, dijo Marcelo a la que siempre será su afición.
Ancelotti volvió a cantar
Como en 2014 tras ganar en Lisboa, Carlo Ancelotti volvió a coger el micrófono y no dudó en cantar la canción de la Décima. También dedicó unas palabras al Bernabéu: “Vaya temporada, vaya remontadas y vaya empujón de este estadio. Lo hemos pasado bien, muy bien. Somos madridistas como vosotros”.
Por último, y antes de que niños, mujeres, amigos y demás familiares invadiesen el césped, los flamantes campeones de Europa dieron una vuelta de honor a todo el estadio. El rey se volvió a sentar en su trono en París, aunque por Concha Espina ya todos piensan en la 15. Estambul, prepárate.