El Real Madrid, uno de los clubes más laureados en la historia de la Copa del Rey con 20 títulos en su brillante palmarés, se prepara para conocer su próximo rival en los dieciseisavos de final del torneo. El sorteo, que generará gran expectación entre los aficionados madridistas, se llevará a cabo el próximo lunes 9 de diciembre a las 13:00 horas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Los blancos, que han conseguido el privilegio de acceder directamente a esta ronda gracias a su clasificación para la Supercopa de España, se medirán a un equipo de Segunda Federación en lo que promete ser un emocionante duelo copero.
La lista de posibles rivales incluye varios equipos que ya han demostrado su capacidad para dar sorpresas en esta edición. Destacan especialmente algunos humildes. El Barbastro, un equipo aragonés que protagonizó una de las mayores sorpresas de la competición al eliminar al Espanyol. El histórico Pontevedra dejó en la cuneta al Villarreal. La Deportiva Minera consiguió la proeza de dejar fuera al Alavés en los penaltis. Pero la increíble historia la tiene el Logroñés. Contra el Girona, el equipo riojano tuvo que quedarse con uno menos tras la lesión de su portero. Sin cambios, es Pol Arnau, hijo del ex meta del Barcelona y fallecido Francesc Arnau, asumió la responsabilidad de meterse bajo palos en la segunda mitad de la prórroga.
Los suyos consiguieron llegar a los penaltis y Pol rezó con todo su corazón para que su padre le ayudara desde los cielos. Y eso hizo. El lateral izquierdo, procedente del filial, que había marcado contra Eibar en la anterior ronda, atajó el penalti de Abel Ruiz. Al final del encuentro, el defensa improvisado guardián no escondió su emoción. «Miré al cielo y mi padre me dio energía», contó.
El Real Madrid no tiene que perder la concentración
El equipo dirigido por Carlo Ancelotti afronta esta competición con especial motivación, buscando redimirse del amargo recuerdo de la temporada anterior, cuando fueron eliminados en una intensa batalla futbolística en los octavos de final ante el eterno rival de la ciudad, el Atlético de Madrid. El técnico italiano, conocedor de la importancia que tiene la Copa para la afición madridista, prepara ya el partido con máxima atención a los detalles, consciente de que el formato a partido único no permite margen de error.
El calendario presenta un desafío adicional para el Real Madrid, ya que el partido de dieciseisavos está programado para el próximo 5 de enero. En plenas festividades navideñas, el encuentro se jugará tres días después de la cita desplazada a Mestalla (2 de enero) y apenas cuatro días antes de que el equipo tenga que viajar a Arabia Saudí para disputar la semifinal de la Supercopa de España frente al Mallorca. Esta cercanía entre los compromisos obligará al cuerpo técnico a gestionar con especial cuidado las rotaciones y el estado físico de la plantilla.
La entidad madridista es plenamente consciente de que estos partidos requieren máxima concentración y profesionalidad, pues la historia de la Copa está repleta de sorpresas y eliminaciones inesperadas de grandes clubes. El Real Madrid buscará evitar cualquier sobresalto y comenzar con buen pie su andadura en una competición que aspira a conquistar.