Una jornada más, el Real Madrid reclamó un penalti que no fue señalado por el árbitro. En este caso, ante Osasuna, fue César Soto Grado quien obvió un pisotón sobre Vinicius en el área. El jugador le advirtió de que fuese a comprobarlo en la pantalla, pero el colegiado hizo caso omiso a la petición del futbolista brasileño. En el VAR estaba Cuadra Fernández, que tampoco avisó al árbitro de campo. Algo que ya se ha dado en más de una ocasión esta temporada cuando el afectado es el conjunto blanco, mientas que con otros equipos sucede lo contrario.
El conjunto blanco empató sin goles ante una gran versión de Osasuna. Jagoba Arrasate mantiene a los suyos en la parte alta de la clasificación y en el Bernabéu desmostaron parte de las razones que les permiten soñar con algo más de la permanencia. Sin embargo, el resultado pudo ser distinto, si en la primera parte se hubiera señalado la pena máxima cometida sobre Vinicius.
Pero no se dio, al igual que tampoco sucedió contra el Villarreal. Entonces, Nacho sufrió un claro penalti que acabó en nada y que desde el VAR también pasaron por alto. En ese momento, como en el caso de Vinicius, pudo pasar inadvertida para el colegiado sobre el césped, pero no para una tecnología que ha sido creada para corregir errores claros y manifiestos y, en ambos casos, lo fue.
De hecho, en el último Clásico, fue de nuevo Vinicius quien reclamó un penalti de Mingueza. Entonces Sánchez Martínez contaba con una mejor visión de la jugada y decidió que no debía señalarlo –pese a que parecía bastante claro– y desde el VAR se remitieron a respetar la decisión del árbitro.
Sí interviene con otros equipos
La sensación que da es que para el Real Madrid, la vara de medir que utiliza el VAR es distinta a la que tienen con el resto de equipos de la Liga. O al menos con algunos de ellos. Con el conjunto blanco hay que remontarse al Clásico de la temporada pasada disputado en el Camp Nou, en octubre de 2020, para encontrar la última vez que desde Las Rozas avisaban al árbitro para que acudiese al monitor a revisar un posible penalti favorable a los madridistas.
Entonces, Sergio Ramos era derribado claramente por Lenglet en el área, al saque de una falta, privándole de un remate claro. Martínez Munuera no consideró que fuese penalti, pero tras la recomendación de Sánchez Martínez de que acudiese a verlo, decidió pitarlo. Desde entonces, a los blancos les han pitado un total de tres penaltis –todos al instante de producirse– pero son muchos los que se han ido al limbo pese a contar con el videoarbitraje.
No sucede lo mismo con otros equipos. Sin ir más lejos, la pasada jornada, al Atlético de Madrid el VAR le revisaba una caída de Luis Suárez en el área ante la Real Sociedad para concederle un penalti que, de primeras, pasó por alto el colegiado de campo. En ese caso, desde la Sala VOR sí que se pusieron en contacto con Munuera Montero para que se acercase a la banda a revisar la jugada.
También al Barcelona se ha visto favorecido por el doble rasero del VAR esta temporada. En el caso de los culés, contra el Valencia, en un partido que acabó con victoria por 3-1 para los azulgranas, Gayà se anticipaba a Ansu Fati y le arrebataba el balón en boca de gol, pero el colegiado pitó penalti y no hubo nadie que le corrigiese de su grave error.