El Real Madrid resolvió en un minuto –bueno, en 78 segundos– su compromiso copero ante una Arandina entusiasta pero muy inferior. Lo hizo gracias a dos jugadas consecutivas de Brahim. De la primera nació el penalti que ejecutó Joselu y la segunda la abrochó el propio Brahim con un golazo en el área. Antes y después no ocurrieron demasiadas cosas dignas de reseñarse salvo el esperanzador debut de Arda Güler y los goles postreros de Rodrygo y de Nacho en propia puerta para cerrar el 1-3 final.
Sorpresa. Hacía frío en Aranda de Duero. Frío polar, vamos, lo normal un día de Reyes en cualquier pueblo de Burgos. A ver si se creen que es la España vaciada por su clima primaveral. Con ese ambiente propio de una escena de Frozen el Real Madrid se enfrentaba a la Arandina, rival propicio para que se estrenara Arda Güler, ese muchacho que vino de Turquía a medio terminar y que lleva seis meses lesión va, lesión viene a la espera de enfundarse la camiseta blanca.
Pues lo hacía en Aranda y junto al imberbe Güler otros diez de los menos habituales para Ancelotti. Todos menos Kepa, que recuperaba la portería que está intercambiando con Lunin como si fuera un mechero en un after. Por delante del vasco, formaban la defensa cuatro canteranos, dos de ellos del filial, Vinicius Tobías y Carrillo, acompañados de Nacho y Fran García. El centro del campo era para Ceballos y Camavinga, que reaparecía tras su lesión, con Güler y Nico Paz en los costados.
Arda Güler entra en escena https://t.co/jUWg1lhUiw
— okdiario.com (@okdiario) January 3, 2024
Arriba formaban Brahim y Joselu, dos suplentes muy meritorios que se ganan a pulso cada minuto que les concede Ancelotti. Y con ese once inédito y raro, pero competente, formaba el Real Madrid para ejercer de favorito ante el entusiasmo de los jugadores de la Arandina, que ya se llevaron por delante al Cádiz la noche del diluvio universal.
Dominó de saque el Real Madrid ante una Arandina que trataba de juntarse hacia arriba para estrechar todavía más su pequeño estadio. Mandaba Ceballos desde el centro y se asociaba con Arda Güler que pisaba con garbo y pies de plomo. Una llegada del joven turco, que controló con la zurda y remató con la diestra, fue el primer aviso del campeón de que había empezado a desperezarse.
Asedio del Madrid
Luego vino el asedio. El Real Madrid encerró al Arandina en su área y empezó a trabajarse el gol. La volvió a tener Güler en el 13 pero su disparo al palo corto lo sacó con mano firme el meta Adrián Álvarez. No había partido, había monólogo. Monopolizaban la pelota los blancos, sabedores de su superioridad ante un rival que apenas podía oponer un saco de entusiasmo.
Una falta en la frontal sobre Ceballos en el 17 permitió a Arda Güler enseñar su portentosa zurda. Ejecutó la falta en la frontal con delicadeza y precisión y sólo el poste izquierdo de Adrián evitó el golazo. Sus detalles en su primer cuarto de hora de blanco permiten albergar la esperanza d que estamos ante un jugador distinto. Pintaza. Era lo más lucido en un Real Madrid donde Ceballos jugaba a placer y Camavinga empezaba a carburar con su juego de todocampista.
Trató de reaccionar la Arandina a eso de la media hora. Su arma más peligrosa eran los saques de banda de Pesca, que tiene unos brazos como los de Stallone y la pone en el área desde cualquier pueblo de la provincia. Ancelotti, pelado de frío en la banda, ahogó un par de suspiros en chicle pero resistió el Real Madrid. Se vio tan superior que se tomó un respiro y se olvidó de atacar.
Joselu en el 38 también la tuvo en una acción individual. Su disparo se marchó fuera por el palo corto. Al Real Madrid se le iba consumiendo el primer tiempo sin una ocasión clara que llevarse a la boca. Sí que la tuvo Nico Paz en la última jugada de la primera mitad. Su cabezazo, tras un buen centro de Güler, se marchó arriba por poco. Así que con un inesperado e histórico 0-0 nos fuimos al descanso en el Juan Carlos Higuero.
Resiste la Arandina
No cambió la película en la reanudación. Balón para el Madrid, resistencia encomiable de la Arandina, que aún se animó a probar a Kepa en un disparo lejano de Santa Cruz tras una contra. Respondieron los blancos con una ocasión de Brahim, que no vio o no quiso ver a Joselu y Nico Paz, solitos en el segundo palo, y prefirió jugársela en solitario.
Igual que en solitario estaba en el pico del área cuando el malagueño recibió una patada de Zazu justo dentro del área. El penalti fue claro y estúpido por mucho que protestaran los jugadores de la Arandina. Lo ejecutó Joselu que logró (por fin) que el Real Madrid marcara un penalti esta temporada. 53 minutos había tardado el campeón copero en abrir la lata de la Arandina y sólo uno más necesitó para lograr el segundo. Lo hizo Brahim tras rematar a bote pronto un balón suelto en el área.
Pues, colorín, colorado, en 70 segundos el partido se había acabado. Ancelotti preparó en la banda a Rodrygo y Valverde para darles media hora de actividad antes de la Supercopa y para retirar del campo a Güler y Camavinga. Con el partido sentenciado (o casi) el Real Madrid se dedicó a alargar sus posesiones para evitar sobresaltos.
Otro canterano, Mario Martín, entró en el 70 por Nico Paz, que ha tenido partidos mejores. Luego Álvaro Rodríguez por Tobías. El partido ya no tenía historia. No quería el Real Madrid y no podía la Arandina. El postrero gol de Rodrygo puso el 0-3 y el gol en propia puerta de Nacho abrochó el 1-3 final, así que los blancos se metieron en la siguiente ronda de la Copa del Rey sin que se le dispararan los pulsos.