Bruno Fernandes está desatado. El portugués está haciendo más méritos que nunca para acabar en un grande, pero por el momento su presente sigue pasando por el Sporting de Portugal, con el que lleva 11 goles y 9 asistencias en 18 partidos esta temporada. Unos registros espectaculares que siguen llamando la atención de un Real Madrid que tiene al luso en su agenda desde hace tiempo.
Su última exhibición fue este jueves en Europa League. El portugués se echó a la espalda a su equipo, como de costumbre, marcando dos goles y repartiendo dos asistencias en la amplia victoria del Sporting ante el PSV en el José Alvalade (4-0). Bruno Fernandes está sin duda en el mejor momento de su carrera, y a sus 25 años todavía tiene margen de mejora y proyección, algo que gusta en Concha Espina.
El pasado verano, el Real Madrid ya tanteó su fichaje. Zidane sólo quería a Pogba y finalmente el luso continuó en el Sporting, pero a este nivel su futuro pasa por un grande de Europa. El club luso anunció hace unos días la renovación de Bruno Fernandes, pero a efectos prácticos es más bien una mejora contractual, pues sigue finalizando el vínculo en 2023 y su cláusula de rescisión es la misma, de 100 millones de euros, una cantidad no demasiado elevada en los tiempos que corren.
El Sporting de Portugal es un club vendedor, y como tal escuchará ofertas por él una vez finalice el curso. Si las propuestas seducen a la entidad lisboeta, no pondrá demasiados impedimentos a su salida, de ahí que el Real Madrid siga muy atento a las evoluciones del futbolista. En el caso de que los blancos decidan acometer su fichaje, una de las figuras clave en la operación será Jorge Mendes, representante del jugador, con el que ya hubo conversaciones durante el pasado mercado estival.
