Una de las grandes noticias para el Real Madrid durante esta cuarentena, por no decir la única, es la reanudación de las obras del Santiago Bernabéu y su rápido avance. La ilusión en la directiva del conjunto madridista va en aumento a medida que progresan las obras y ven como empieza a dibujarse el nuevo estadio. La nueva cara del Bernabéu será el gran fichaje de cara a los próximos años, para el que se ha realizado una importante inversión de 525 millones de euros.
La obra del estadio es ahora mismo el proyecto que más preocupa en la cúpula madridista. Se podría decir que su finalización, junto al fichaje de Mbappé, es la gran prioridad ahora mismo para los blancos. Las intenciones del club es que esté listo cuanto antes, de ahí que se tenga la intención de disputar todos los partidos a puerta cerrada en el Alfredo di Stéfano, incluyendo los de la próxima temporada.
El cambio de imagen del Bernabéu será radical. La importante inversión que han realizado los blancos les permitirá tener uno de los estadios más lujosos y modernos del mundo, con multitud de servicios y que generará unos beneficios cercanos a los 150 millones de euros por temporada.
Las obras en la estructura principal del estadio comenzaron una vez terminó la fase más restrictiva del confinamiento, aprovechando el parón deportivo y de toda actividad comercial en él, con la intención de ganar tiempo antes de que regrese la Liga. Sin embargo, la ausencia de público durante los próximos meses ha posibilitado la mudanza del primer equipo a Valdebebas, por lo que avanzarán más de lo previsto durante este verano.
Por el momento, ya se pueden apreciar cambios significativos. La cubierta de los fondos y del lateral de la Castellana ha sido retirada en las últimas semanas casi en su totalidad. Se trata del paso previo a la instalación del marcador 360 y de la cubierta retráctil, que serán dos de las características más representativas del nuevo Bernabéu.
Igual que sucederá con el techo, el césped también será retráctil. El objetivo del conjunto madridista es que el estadio se convierta en multiusos y puedan celebrarse eventos de diversa índole, como conciertos o prácticas de otros deportes sin que el césped se vea perjudicado.
