El Real Madrid tiene un plan para hacer del nuevo Santiago Bernabéu algo muy rentable lo antes posible. La pandemia del coronavirus ha traído consigo el traslado del equipo al estadio Alfredo di Stéfano hasta que el Gobierno autorice la presencia de público en los partidos de fútbol. En el club saben que como pronto esa medida se podría tomar en septiembre, aunque diversos expertos sitúan esa fecha en 2021.
Sea como fuere, en el club madridista tienen claro que van a poder dar un acelerón en las obras del nuevo estadio y han focalizado los esfuerzos en dar prioridad a que esos trabajos se realicen en el nuevo frontal del estadio que da con uno de los laterales y el paseo de la Castellana. El nuevo estadio proyecta en esa zona una enorme zona de ocio que el Madrid quiere poner en marcha lo más pronto posible.
La pérdida de los alquileres de La Esquina del Bernabéu –ahora convertida a zona verde-, el actual cierre del Tour del Bernabeu, la tienda Adidas y la ausencia de aficionados por el coronavirus han provocado que los ingresos del estadio se hayan visto disminuidos al mínimo. Ahora el Real Madrid pretende que esa nueva zona comercial comience a dar réditos cuanto antes y los más optimistas prevén que ese renovado lateral pueda estar terminado si la prohibición de público en los campos se extiende hasta 2021.
Ese sería el objetivo de un Real Madrid que sabe que no tendrá problemas para encontrar inquilinos en la nueva zona del lateral de la Castellana. Este lugar, que además hará de hall en el nuevo Bernabéu, concentrará la mayor parte de tiendas y zonas de ocio de todo el estadio y se convertirá en uno de los grandes atractivos del coliseo.
No en vano, las nuevas torres que darán lugar a esa zona del estadio ya están cimentadas y levantándose, mientras que los trabajos en la zona de la explanada de la Castellana no han parado hasta desaparecer la zona de parking azul que había. En su lugar ahora están dos grandes grúas y unos operarios que trabajan a destajo para conseguir el objetivo de terminar esa zona cuanto antes.
El hecho de que este verano se puedan hacer las obras sin interrupciones permitirá al Real Madrid acelerar en los planes previstos. De haberse jugado en el Bernabéu se hubiese tenido que aclimatar el campo con medidas de seguridad antes y después de los partidos ralentizando de manera importante unos cambios que pueden adelantarse más de seis meses sobre el calendario.
