Pocos repararon en que el Real Madrid estaba fichando a un jugador de impacto mundial cuando el conjunto madridista anunció el fichaje de Jude Bellingham en el mes de junio. La memoria es ligera y los mismos que daban por hecho que el jugador inglés sucumbiría a la tentación deportiva, económica y personal de la Premier, después pasaron a darle menos valor del merecido a la contratación. Fichar en junio es menos sexy que hacerlo en los últimos días de agosto y a veces el aficionado olvida que el Madrid ya había pegado el gran pelotazo del mercado antes de comenzar la pretemporada.
Lo cierto es que a Bellingham el gran público, en el que se incluye una parte del periodismo, lo conocía poco. Pesaban más sobre él algunos clichés (jugador inglés o el overbooking en el centro del campo) que el potencial de un jugador que venía a mejorar a un equipo falto de centrocampistas de sus características. El Madrid sabía lo que se hacía y la presentación del jugador demostró que Bellingham sabía a dónde venía y era plenamente responsable de los motivos que le habían llevado a rechazar a Guardiola y Klopp en busca de la gloria máxima en Madrid. La sensación que causó fue inmejorable y el acto dio buenas pistas de lo que iba a venir luego.
Bellingham es un jugador que se está saliendo en un esquema preparado por Ancelotti que ciertamente le potencia mucho. El propio jugador creo que está descubriendo nuevos registros dentro de su repertorio que le han elevado al último nivel. Sus 8 goles y 3 asistencias en 9 partidos hablan por sí mismos y serían suficientes para que su aclimatación fuera muy positiva, pero es que además el británico parece haberse estudiado el manual del perfecto madridista. Cada gesto o aparición fuera o dentro del campo maravilla al madridismo y sirve de muestra de inteligencia y humildad. Al aficionado le encanta sentir que sus ídolos se sienten agradecidos y afortunados por jugar en el Real Madrid. Por su parte, el vestuario lo ha acogido como a un líder natural.
Bellingham una joya para el Real Madrid
Además de un impacto deportivo que sólo admite comparación con los primeros partidos de Cristiano, el Real Madrid ha contratado una joya también a nivel marquetiniano. Bellingham parece inevitable que se convertirá en un icono publicitario que podrá abrir ciertos mercados a los que el Madrid no tiene tanto acceso como la Premier. Un jugador inversión, uno de ésos de los que Florentino asegura que han nacido para jugar en el Real Madrid.