El Real Madrid se ha garantizado con la llegada de Jude Bellingham el futuro de su mediocampo. El relevo generacional está asegurado y, durante este curso, el inglés tiene claro en quién tiene que fijarse para perfeccionar su técnica. El flamante fichaje del conjunto blanco ha señalado lo importante que es jugar con futbolistas de la calidad que hay en el vestuario madridista, pero si hay uno por el que ha mostrado su debilidad, ese es Toni Kroos.
Bellingham alucina con Kroos. En multitud de ocasiones se ha deshecho en elogios hacia él y ante la Juventus volvió a quedar patente la admiración que siente. Cuando el alemán asistió a Vinicius con un pase al espacio espectacular, el ex del Dortmund no pudo hacer más que llevarse las manos a la cabeza.
La calidad de Kroos está más que contrastada. Durante sus ocho temporadas en el Real Madrid ha sido parte del motor del fútbol de los blancos junto con Modric y este curso, en el que puede que sea su último baile, Bellingham quiere absorber todo lo posible para, el día que le toque ser la alternativa a ambos, estar a la altura.
El inglés se ha referido a Kroos como «un maestro». Desde que comenzara los entrenamientos, Bellingham ha mostrado una gran complicidad con muchos de sus compañeros y, en especial, con el alemán. De él le ha sorprendido su calidad a la hora de pasar el balón: «Me he dado cuenta del detalle en el pase. La pelota va donde él quiere. Para una persona que le ha visto desde fuera, ahora verle de cerca, es un placer, un lujo».
Bellingham está llamado a ser el sucesor de Modric y Kroos en el centro del campo del Real Madrid. Pero en esta primera temporada, con el cambio de dibujo de Ancelotti, se espera que coincida con ellos sobre el césped en varios de los partidos importantes de los blancos. Será ahí cuando pueda aprender de ambos y perfeccionar su técnica de cara a convertirse en uno de los mejores centrocampistas del mundo en los próximos años.