El Real Madrid de Bellingham ganó 0-3 al Girona para alcanzar el liderato de la Liga. Los blancos sufrieron ante los de Míchel en algunas fases del duelo, pero demostraron su calidad para terminar logrando un gran resultado. Bellingham, asistencia y gol, Joselu, que sigue cumpliendo, y Tchouaméni, que ha dejado claro que debe ser intocable, fueron los hombres decisivos del duelo. También Kepa, que apareció cuando más falta hacía. Además, Camavinga regresó al lateral izquierdo.
Camavinga y una apuesta con intención
Fue la apuesta de Ancelotti y le importó muy poco que a Camavinga le guste entre cero y nada ocupar el lateral izquierdo. El italiano decidió dejar a Fran García y Mendy en el banquillo para apostar por el francés en el costado izquierdo, que en la previa contra el Unión Berlín aseguró que era una posición que no le gustaba. Le importó poco al técnico.
Camavinga jugó de lateral izquierdo y, como la temporada pasada, sufrió cada vez que el Girona atacó por esa banda. La primera vez que tuvo trabajo, permitió un cetro desde su costado que generó peligro a la portería de Kepa. En la segunda, Tsyagankov le ganó la posición y el cabezazo del jugador del conjunto gerundense se estrelló en el palo. Con el paso de los minutos fue creciendo y se empezó a sentir más cómodo en labores defensivas.
Ofensivamente, la situación fue muy diferente. El francés era un centrocampista más en labores de ataque, lo que permitió al Real Madrid generar más peligro aprovechando el despliegue del galo. De hecho, no era extraño verle por la derecha, dejando desprotegida su banda, cuando los blancos atacaban.
La duda ahora es saber qué hará Ancelotti en los partidos llamados grandes. Como, por ejemplo, el que tendrá que jugar el próximo martes el conjunto blanco en Nápoles. Seguirá apostando por reconvertir a Camavinga o se decantará por Mendy. El que parece que lo tiene muy complicado es Fran García.
Mágico Bellingham y el Real Madrid
Bellingham descansó ante Las Palmas porque lo necesitaba él… y el Real Madrid. Tras dos partidos en los que se le vio más fatigado, se tomó un respiro que le vino muy bien para recuperar energías. Ante el Girona fue el amo y señor del partido. Cuando los blancos más sufrían, se inventó un pase perfecto a Joselu que el internacional español aprovechó para abrir el marcador.
En la segunda parte, puso la guinda a su partido haciendo el tercer gol de los madridistas en Montilivi. Aprovechó un balón suelo en el área para batir a Gazzaniga. Su celebración, en el córner donde estaba la afición madridista, desató la locura blanca.
Tchouaméni no se debe tocar
A pesar de que Ancelotti no tiene mayor inconveniente en prescindir de sus servicios cuando tiene que sacrificar a alguien del centro del campo, como pasó en el derbi para enfado del francés, Tchouaméni debe empezar a tener el cartel intocable. No tiene la prensa de otros, pero su presencia en el centro del campo es fundamental para dar sentido al juego del Real Madrid.
Encima, ante el Girona, se estrenó como goleador. Toni Kroos puso un centro perfecto al centro del área que Tchouaméni remató a la perfección para hacer el segundo gol del encuentro. Su primera diana como jugador del Real Madrid tras una temporada y pocos meses.
A Vinicius todavía le queda
Vinicius jugó 69 minutos contra el Girona tras jugar algo más de media hora contra Las Palmas. El brasileño lo intentó, pero todavía está lejos de su mejor nivel y necesita más ritmo. Ese ritmo que espera tener el próximo martes contra el Nápoles.