La final de la Champions League del 2018 se rememorará en los cuartos de final de la presente edición. El Real Madrid se medirá a un Liverpool venido a menos. Los blancos disputarán la ida de la eliminatoria en casa, entre los días 6 y 7 de abril. Una semana después, tras el Clásico, el cruce se decidirá en Anfield, donde los madridistas buscarán alcanzar las semifinales de la máxima competición tres temporadas después, precisamente el año en el que se impusieron a los de Klopp en la final de Kiev por 3-1.
Aquel Liverpool se presentaba como uno de los grandes equipos de Europa. De hecho, aquella igualada final se decantó por dos errores clamorosos de su portero Karius. La temporada siguiente los reds tomaron el relevo de los madridistas en el trono europeo, al imponerse en la capital española al Tottenham.
Pero mucho han cambiado las cosas desde entonces. A día de hoy, ni Real Madrid ni Liverpool son los mismos. Candidatos siempre en términos de Champions, ninguno de los dos parte como claro favorito a levantar el título. Sin embargo, la fortuna parece haber estado de su parte en el sorteo de semifinales y el ganador de la eliminatoria sí que parte como favorito a disputar la final de Estambul.
Tanto el Real Madrid como el Liverpool han cambiado desde entonces. En el caso de los reds, parece que nada tienen que ver con el equipo que dominó en Europa en al temporada 2019 y que se hizo con la Premier League con una abusiva claridad la pasada campaña. En este curso, los ingleses se están mostrando muy irregulares en la competición doméstica, donde marchan sextos, alejados de los puestos de acceso a la máxima competición.
Bajo rendimiento de Thiago y una defensa en cuadro
Una de las principales diferencias de aquel Liverpool reside en el centro del campo. La llegada de Thiago Alcántara el pasado verano se esperaba como un salto de calidad que, por el momento, no está teniendo el efecto esperado. El rendimiento del brasileño está por debajo de lo que se creía en un primer momento, lo que está provocando que el Liverpool no sea tan dominante como el pasado año y que el técnico esté bajo la lupa y discutido.
Otro de los cambios y saltos de calidad que esperaban dar era la llegada de Diego Jota como recambio de garantías de Firmino. Sin embargo, el punta titular de los de Klopp ha dejado de ser tan determinante arriba, dejando un tanto huérfanos a Salah y Mané, lo que ha provocado que el entrenador se decante en numerosas ocasiones por su nuevo fichaje, buscando recuperar un rendimiento ofensivo del equipo que se resiste.
Aunque lejos de ser aquel tridente que arrollaba por Europa, el equipo sigue manteniendo una fuerte efectividad en ataque. Sin embargo, es su juego el que no termina de convencer. El rendimiento no sólo de Thiago está en cuestión, con jugadores como Fabinho o Alexander-Arnold por debajo de su nivel. El brasileño está lejos de ser aquel pivote que peleaba con su compatriota Casemiro por ser considerado el mejor del mundo, mientras que el lateral se ha quedado fuera de la convocatoria de la selección inglesa al no estar en la forma esperada.
A eso se suman las bajas considerables en defensa. Ni Matip, ni Van Dijk, ni Joe Gomez estarán en la eliminatoria y, probablemente, en lo que resta de temporada. Con la defensa en cuadro, las opciones de Klopp para completar la línea de atrás se reducen a la entrada de Kabak y Nathaniel Phillips o por retroceder a Fabinho al eje de la zaga.
Mal en Liga, pero regulares en Champions
La irregularidad de los reds en la Premier League se comprueba viendo su posición en la tabla. El equipo de Anfield presenta un balance de 13 victorias, siete empates y nueve derrotas, que les lleva a estar en sexta posición, con 46 puntos. Sin embargo, su irregularidad mostrada en la competición doméstica, donde acumula ocho partidos perdidos en los últimos 13 encuentros, contrasta con su rendimiento en Champions.
En la máxima competición, los británicos vienen mostrando una buena versión, con Salah y Mané como principales líderes. El egipcio lleva cinco goles en la Liga de Campeones, por los tres del senegalés. También la aportación de Jota ha sido importante, con cuatro tantos. Solventes atrás, donde sólo han recibido tres goles, los de Klopp apenas muestran fisuras en el continente, donde han superado al Leipzig por un doble 2-0.
Queda en el aire el equipo que pueda plantar el técnico alemán en Valdebebas -o dónde se dispute la ida-, aunque en un primer momento, podría plantar un once formado por Alisson bajo palos, Alexander-Arnold y Robertson en los laterales, mientras que Kabak y Fabinho podría ser la pareja de centrales. En el caso de que el brasileño acompañe al turco en la zaga, Henderson entraría como pivote, de lo contrario Phillips formaría parte de la defensa. Thiago Alcántara y Wijanldum completarían el tridente en el centro del campo, mientras que arriba, con Salah y Mané como fijos, quedaría la duda de si jugaría Firmino o lo haría Diego Jota.
