El fútbol siempre es muy caprichoso, y por ello, Sergio Arribas disfrutó de su primer gol con el Almería en Primera División ante su Real Madrid, equipo que todavía tiene el 50% de sus derechos. El joven canterano demostró que está preparado para triunfar en la élite a las órdenes de Vicente Moreno.
El Real Madrid visitaba Almería en la segunda jornada de la Liga EA Sports y Sergio Arribas gozaba de su primera titularidad con su nuevo club tras varias temporadas magníficas en La Fábrica, donde se ha convertido en uno de los canteranos madridistas con más futuro en Valdebebas.
El canterano madridista ya debutó la semana pasada frente al Rayo Vallecano con 45 minutos en sus botas. En su primera presencia sobre el césped del Power Horse Stadium ya demostró destellos de su calidad en Primera, y por ello, Vicente Moreno, en uno de los partidos más complicados de la temporada, confió en Arribas para que fuese parte de su once inicial.
La ley del ex casi siempre se cumple cuando el Real Madrid está de por medio y Sergio Arribas no podía ser una excepción. El canterano madridista solamente tardó tres minutos en hacer su primer gol con la camiseta del Almería y demostrar que su calidad es incontestable, también en Primera. Lo hizo de cabeza tras una gran contra de los andaluces y consiguió batir a Lunin para poner el 1-0.
Tras marcar su primer gol en Primera, lo primero que hizo el bueno de Sergio Arribas fue pedir perdón al Real Madrid y a sus aficionados. Lo hizo en varias ocasiones mientras sus compañeros lo celebraban con él. Tras ello, Vinicius le felicitaba por su tanto.
«Lo único que quiero es jugar y demostrar todo lo que he hecho en el Castilla estas últimas temporadas, pero aquí en el Almería. Sumar minutos y experiencias para seguir creciendo», afirmaba Sergio Arribas tras el partido.
Con 21 años, y recién fichado por el Almería, el futbolista de Leganés tiene mucho tiempo por delante todavía para demostrarle al Real Madrid que es un jugador válido para regresar al club blanco en un futuro. Pero lo cierto es que a Arribas solamente le ha hecho falta un partido para que su nombre se quede grabado a fuego y los ojos del club madridista se queden fijados en Almería durante toda la temporada.