Álvaro Rodríguez será una de las ausencias del Real Madrid en el Clásico que se disputa este domingo en Barcelona. El delantero del Castilla, en dinámica del primer equipo desde hace un mes, no podrá disputar su primer encuentro ante los azulgranas por sanción, puesto que vio la quinta amarilla en Riazor el pasado domingo, en el partido por el ascenso a Segunda del filial. No podía jugar ni con Raúl ni con Ancelotti, pero no dudó en acercarse a Alfredo di Stéfano para ver el encuentro que midió al Castilla con el Mérida.
Álvaro no ha olvidado al que es oficialmente su equipo a pesar de las convocatorias con el primer equipo. Desde su debut con asistencia frente a Osasuna y su gol en el derbi ante el Atlético que sirvió para empatar, ha sido un fijo para Carlo Ancelotti, que ve en él el recambio perfecto para Benzema. Desde que se produjo su estreno en El Sadar, únicamente ha jugado dos partidos con el Castilla, contra el Linares y el Dépor. En este último vio la quinta amarilla, lo que le impedía jugar contra el Mérida en la jornada 28 de Primera Federación y con el primer equipo en el Clásico.
Pese a ello, al delantero madridista se le vio en la grada del Di Stéfano, como a uno más. Sin ocultarse en uno de los palcos que el club suele reservar para los jugadores que no están disponibles, Álvaro apareció acompañado por su padre en el estadio, para ver el importante partido que medía a los de Raúl contra el equipo romano, en el que buscaban poner fin a una racha de tres partidos consecutivos sin conocer la victoria.