La relación entre Kylian Mbappé y Luis Enrique Martínez es una cuerda floja sobre la que se posan gran parte de las aspiraciones del Paris Saint-Germain esta temporada. Este domingo, en el encuentro de los parisinos frente al Olympique de Marsella, el delantero volvió a ser sustituido mucho antes de lo que esperaba y exhibió su enfado con visibles gestos sobre el terreno de juego antes de marcharse directo a vestuarios.
Corría el minuto 65 del partido en el estadio Velodrome, con el PSG con uno menos por expulsión y ventaja de 0-1 gracias a un gol de Vitinha, cuando el cartelón de cambios volvió a mostrar el dorsal de Mbappé. La estrella del PSG acogió la noticia con visibles gestos de desagrado y su reacción fue pasar del banquillo. Lo mismo hizo Ousmane Dembélé, que también caminó hacia vestuarios a pesar de que todavía quedaba una media hora de encuentro por delante. El resultado final sonrió al PSG, que acabó ganando por 0-2 con un tanto en los minutos finales de Gonçalo Ramos.
Pese a que volvió a cambiar a Mbappé, Luis Enrique aseguró antes del partido que no se rinde y quiere a su estrella el próximo año en el París Saint-Germain y por primera vez ha dicho en público que espera que «cambie de opinión». Y con ese cambio el técnico español se refiere a que no deje el club francés el próximo verano… cuando el jugador todavía no ha reconocido que vaya a irse. Pero saben que así será. El jugador se lo comunicó de forma interna al club hace unas semanas y dejará el club francés una vez termine esta temporada y jugará en el Real Madrid a partir del próximo curso futbolístico.
Mbappé no logró marcar este domingo en la hora larga de partido que disputó en Marsella y rompió de esta forma una gran racha de goles con el PSG. Desde el anuncio de su marcha, el ‘7’ del PSG no ha jugado todos los minutos que solía por el propósito de Luis Enrique de acostumbrar a su plantilla a remar sin él de cara a la temporada que viene. Aun así, ha sido capaz de ver puerta hasta en siete ocasiones repartidas en los menos de 500 minutos que estaba en el césped, es decir, va a gol cada 70 minutos.
Mbappé, que ya lleva 38 goles en la presente campaña y está muy cerca de pulverizar sus mejores números, ha enchufado el 18 % de esas dianas a partir del momento en el que se supo su adiós al PSG a final de temporada después de siete años. Sus datos hacen que su futuro club, el Real Madrid, se frote las manos con un delantero de época que aterrizará en Valdebebas a partir del próximo 1 de julio, un día después de que finalice su contrato con el equipo de la capital de Francia.