Caroline Weir pone al Real Madrid a un paso de la fase de grupos de la Champions League. Un gol suyo sirvió para doblegar por la mínima (1-0) al Manchester City en Valdebebas. En lo que era considerado una final, por ser a partido único, el conjunto blanco supo deslumbrar y luego sufrir, pero volvió a cumplir con la máxima del club de que las finales se ganan. Tras imponerse a las inglesas, únicamente una ronda a doble partido separa a las madridistas de la fase de grupos.
El conjunto blanco se presentaba ante otra partido a vida o muerte por la Champions. Esta vez, más igualado que el del pasado jueves. Las citizens no eran el Sturm Graz, al que pasaron por encima con demasiada facilidad, pero no asustaban. Si el pasado año, con todo en contra, se las eliminó para estar en la máxima competición, en esta ocasión había muchos más motivos para creer.
Weir estaba esta vez del lado de las de Toril. Y eso es diferencial. La escocesa cumplió con la ley del ex y no sólo marcó, si no que hizo un partido espectacular. Se ha presentado ante el madridismo como la nueva galáctica del equipo y, de momento, no está dejando indiferente a nadie. El salto de calidad que han dado con ella –y con el resto de llegadas– es más que evidente.
Después de la goleada ante las austriacas, el técnico apostó por el mismo once. Una alineación que apunta a ser el once tipo a lo largo de la temporada y que, de momento, no está pudiendo dar mejores resultados. Misa estuvo, de nuevo poco exigida, bajo palos. La línea de cuatro defensiva contaba con Kenti, Kathellen, Ivana y Olga, mientras que en la medular Toletti y Zornoza formaban en el doble pivote, con Weir por delante. Las bandas eran para Feller y Athenea, mientras que en punta aparecía Esther.
Desde el primer momento las blancas se lanzaron a por la victoria. Aprovechaban las imprecisiones en el centro del campo de las macunianas para salir en velocidad a la contra, con Weir guiando gran parte de las transiciones. La ex del City mostró aparecía en todas partes, ya fuera cortando, construyendo, lanzando los ataques o incluso rematando.
Suyo fue el gol que puso por delante a las madridistas. Después de una buena jugada por la derecha de Feller y Esther, la granadina puso el balón raso al punto de penalti, donde la escocesa se marchó de su marcadora y definió por la escuadra. Un auténtico golazo que fue celebrado con rabia y que mete a las blancas en la última ronda de esta previa.
Tuvieron oportunidades para hacer el segundo, con Kathellen perdonando al filo del descanso. Las skyblues mostraron otra cara en la segunda mitad, necesitadas de un gol y apretando al máximo, pero les falló la puntería. También las tuvo el Madrid para matar a la contra el partido, con hasta cuatro ocasiones de Esther, una de ellas la repelió el larguero.
Al final, consiguieron aguantar el tanto inicial de Weir y ya sólo un escollo separa a las de Toril de repetir presencia en Champions. Por lo visto en estos primeros compases de la temporada, las blancas son uno de los rivales a evitar en el sorteo, pero también lo serán algunos de los cocos presentes en el bombo como PSG, Arsenal o Bayern de Múnich.