El Real Madrid confirma su hundimiento con una dolorosa derrota en París que le deja prácticamente eliminado de la Champions League femenina. Ganar era obligatorio para poder pensar en una remontada en las tres jornadas que quedan por delante en la fase de grupos, pero las esperanzas se diluyeron nada más saltar al césped. Cinco minutos le bastaron al París FC para dejar en la lona a las blancas y a un Alberto Toril que queda muy tocado. Fue lo que tardaron Dufour y Thiney en retratar a la defensa madridista por dos ocasiones y poner el 2-0. Recortó distancias Moller en la segunda mitad, pero fue insuficiente.
El equipo se presentaba en la capital francesa en busca de tres puntos vitales y lo hacían con sólo 14 jugadoras del primer equipo, contando con las dos porteras. Bruun entró en la convocatoria, pero no llegó ni a estar en el banquillo. Volvía Toril a colocar un once de circunstancias, pero lo suficientemente solvente como para ganar a un equipo que es prácticamente semiprofesional, puesto que la mayoría de sus jugadoras no se dedica únicamente al fútbol.
Sin embargo, volvió a quedar plasmado que hay futbolistas que están en estos momentos muy lejos de dar la talla que exige la camiseta y el escudo del Real Madrid. La desconcentración con la que salieron fue absoluta y los errores atrás, de bulto. Ivana se dormía para despejar un balón y Dufour se lo robaba para hacer el primero en el minuto cuatro. Apenas dos después, aparecía Thiney para aprovechar un nuevo regalo. Bourdieu arrasaba la espalda de la capitana madridista y la ponía ante Kathellen, que en lugar de despejar, colaboraba en la acción.
La pareja de centrales volvía a hacer aguas y confirmaba la debacle de un equipo que se ha caído en cuestión de semanas. Athenea era de las únicas que hacía por tratar de impedir el hundimiento, pero era insuficiente. Buscando constantemente la espalda a sus marcadoras y con Zornoza filtrándole balones buscaban agarrarse a esta Champions, llegando a rascar un penalti por manos en una acción de la cántabra.
Pero no había manera. Nnadozie adivinaba el lanzamiento desde los 11 metros de Olga Carmona y evitaba que las blancas recortaran distancias. Tampoco lo consiguieron nada más regresar de vestuarios, cuando Raso consiguió quedarse sola ante la portera, se marchó de ella en velocidad y falló a portería vacía.
Reacción insuficiente del Real Madrid
Sí que llegó el gol instantes después. Enmendaba su error anterior la australiana poniendo un centro que fue medio gol. Tanto Athenea como Moller se anticipaban, con la danesa rematando en el segundo palo el balón puesto por Raso y recortando distancias.
Las tres eran las futbolistas llamadas a cambiar la suerte el Real Madrid en esta Champions y en la segunda mitad se notó la ambición y las ganas de ambas por hacerlo. Raso entendió que debía sacar toda su verticalidad y potencia, Moller comenzó a hacer de verdadera punta, tirando desmarques que pudieran fructificar, sumándose a una peligrosa Athenea que seguía tirando del carro. Tuvo el empate la internacional española, pero su disparo, una vez la portera estaba vencida, chocó en una defensora.
La imagen del conjunto blanco en la segunda mitad era mucho mejor que en la primera, pero se les resistía el gol que les diese un empate que tampoco servía de mucho. Aún así, se lanzaron en busca de darle la vuelta al resultado, aunque sin mucho éxito. Toril tampoco movía en exceso el banquillo, metiendo sólo a Oihane y a Pau Comendador.
Con las blancas lanzadas, tuvo el tercero el conjunto francés. En un nuevo desajuste de Ivana y Kathellen estuvo a punto de llegar la puntilla. Ribadeira aparecía sola y aprovechaba un balón que Misa evitaba que se colara en la portería. La portera madridista evitaba un gol que hubiese enterrado cualquier opción de una machada que tampoco terminó de llegar, a pesar de los seis de descuento.
El Real Madrid se queda al borde de la eliminación en Champions tras caer en París. Las madridistas son últimas con un punto, por los tres que tienen las francesas y a la espera de lo que suceda entre el líder Hacken (6) y el Chelsea (4). Están obligadas a ganar prácticamente los tres partidos que quedan para estar en cuartos.