Raúl se enfrenta a lo imposible: a lo que no consiguieron Ramis, Solari o Guti. El Real Madrid, que está disputando la UEFA Youth League, busca estar en la gran final por primera vez en su historia ante el Salzburgo (18:00 horas / #Vamos). A pesar de que los blancos son el único equipo que siempre ha estado en octavos y en cuatro de las siete ediciones de este torneo disputó las semifinales, nunca fue capaz de lograr la clasificación para la final.
La primera vez que los blancos jugaron la semifinal fue en la temporada 2013-2014, donde a los 9 minutos el equipo de Ramis jugaba con uno menos tras la expulsión de Jaime Sánchez y en el 17’ el Benfica ya había hecho tres goles al Madrid, tirando por la borda cualquier opción de disputar la final. Finalmente, el resultado de aquel partido fue 0-4. Dos años después, con Solari como entrenador, el que apartó al Madrid del sueño fue el PSG. El infortunio se volvió a cebar con los madridistas, ya que a los 5 minutos Achraf se hacía un gol en propia puerta. Borja Mayoral empató antes del descanso, pero en los instantes finales el poderío físico de los franceses se impuso para hacer dos goles y sellar el pase a la final.
En 2017 el verdugo de los blancos fue Joao Félix. El Real Madrid de Guti llegó a Nyon como el mejor equipo juvenil de España, donde arrasó, pero en semifinales el actual jugador del Atlético de Madrid se cruzó en el camino de los blancos. Dos goles antes del minuto 20 y 0-3 en el luminoso fue demasiado para un equipo que se llegó a poner 2-3, pero que vio como en el descuento su gesta se escapaba con otro gol de los lusos.
Tres participaciones en semifinales y tres partidos marcados por los malos inicios, algo que quiere evitar a toda costa el equipo de Raúl. El entrenador del Castilla siempre pide concentración a los suyos en los primeros minutos, consciente de que los fallos en los arranques de estos partidos pueden ser definitivos. Ante la Juventus ya les pasó, aunque supieron sobreponerse, pero quieren evitar a toda costa que esto se repita. Más si cabe ante un Salzburgo que sabe lo que es ganar esta competición y que tiene una grandísima cantera, donde el físico y la calidad combinan a la perfección.
