Euroliga

El Real Madrid vuelve a tropezar en la Euroliga

El Real Madrid encadenó su segunda derrota consecutiva en casa en la Euroliga tras perder este jueves ante el Fenerebahce turco

Real Madrid, Fenerbahce
Calathes y Campazzo se las tuvieron tiesas. (EFE)

El Real Madrid tenía una nueva oportunidad para sellar el pase matemático a los playoffs de esta Euroliga, pero volvió a tropezar (79-89) a costa de un sólido Fenerbahce. Los turcos, entrenados por un viejo conocido como Jasikevicius, se crecieron desde el primer momento en el Wizink Center e hicieron saltar las alarmas en el conjunto blanco con la segunda derrota consecutiva en competición europea. 

Este Real Madrid-Fenerbahce suponía un gran clásico europeo. Además, el morbo estaba servido. Saras Jasikevicius, ex entrenador del Barcelona, regresaba al Wizink Center para enfrentarse a un equipo que tan bien se le viene dando en los últimos años: 20 de 36 victorias. El conjunto blanco venía de perder la pasada semana ante el Panathinaikos griego, por lo que era necesario volver de inmediato a la senda de la victoria.

Pero el Real Madrid no está teniendo ese dominio y soltura de la primera parte de la temporada. También era muy complicado mantener el ritmo de victorias, pero los blancos vienen de unas semanas -salvo la victoria en la Copa del Rey- en las que está teniendo serias dificultades para ganar los encuentros, como ocurrió el pasado fin de semana ante el MoraBanc Andorra. 

El partido comenzó con un Fenerbahce más acertado que el Real Madrid, aunque tampoco era muy complicado. Sólo Tavares, con varios mates, y Facundo Campazzo eran capaces de sostener al equipo ante las embestidas de los turcos. El conjunto blanco fue a remolque durante toda la primera parte, e incluso se fueron al descanso con un doloroso 0/6 en triples. ¡Y con Carroll desde la grada viendo el encuentro! El estadounidense, que se llevó una espectacular ovación del público de Madrid, podría haberse vestido de corto para enchufar alguno.

Pero el Fenerbahce tampoco estaba del todo bien, pues se fueron al descanso con un porcentaje similar al de su rival desde la línea de tres: 3 de 17. Los blancos tenían una importante tarea que mejorar a la vuelta: una mayor seriedad en la defensa y encontrar tiros más cómodos. El encuentro se iba a los vestuarios con un resultado de 33-43 a favor de los turcos y con la sensación de que el Real Madrid tenía que hacer muchos ajustes.

Un sufrido Real Madrid

La primera mitad se caracterizó por los fallos en ataque y con muy poca anotación. El Real Madrid anotó en los primeros 20 minutos un total de 33 puntos, pero en el tercer cuarto los de Chus Mateo espabilaron anotando casi los mismos puntos que en los dos cuartos anteriores. 25 puntos. Pero el Fenerbahce también mejoró sus prestaciones ofensivas y supo mantener la renta de 10 puntos a su favor. El encuentro se fue al último cuarto con un resultado de 58-67. Pero antes, Campazzo y Calathes tuvieron sus más y sus menos con una pelea que acabó con varias faltas técnicas y antideportivas. Cuentas pendientes entre dos mitos del baloncesto europeo.

La tarea era muy complicada. Remontar nueve puntos al Fenerbahce no iba a ser nada sencillo. Y así fue. Los turcos no bajaron el ritmo y el Real Madrid tampoco estaba del todo fino. Lo intentaba Llull desde la línea de tres, también Campazzo llevando la batuta, Poirier desde la pintura, pero no conseguían engancharse a sí mismos… ni al público.

Y cuando los blancos conseguían anotar y meter presión al Fenerbahce, llegaban los turcos para arremeter de la misma manera, e incluso con más fuerza. A falta de 7 minutos para el final del partido, el marcador reflejaba un duro 63-75 y con un Wizink prácticamente helado. Corrieron los minutos y el Real Madrid no logró reducir la distancia, acabando con un resultado final de 79-89. Segunda derrota en casa en Euroliga, además de manera consecutiva y haciendo saltar todas las alarmas en el club blanco.

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