Facundo Campazzo se convertirá en las próximas horas de forma oficial en jugador de Dallas Mavericks para la temporada 2022-23, después de un culebrón alimentado en las últimas semanas por las escasas opciones NBA del argentino, que dieron oportunidades a su regreso a Europa. Ahí el Real Madrid tenia las de ganar y alzó la mano con una oferta que permanece desde que el Facu decidiera hacer las Américas en 2020, algo que no quita que en el seno del club blanco se sientan por una parte ganadores con el “no” del jugador de 31 años.
Para el Real Madrid, tener a Campazzo en plantilla suponía un salto de calidad notable dentro de un roster ya considerado como candidato a todo por propios y extraños. La calidad del argentino no se duda desde la entidad, ni tampoco su capacidad de adaptación, pero la problemática de la negociación y la llegada de un jugador con sueldo cercano a los dos millones netos anuales hacen que en el Madrid no se den como víctimas por una negativa que, además, ya conocían antemano.
Campazzo, como ha asegurado en todo momento, daba prioridad a su estancia en la NBA y finalmente ha encontrado un acuerdo beneficioso para él en lo deportivo. Dallas Mavericks tenía una ficha libre que será para el pequeño base sudamericano, quien además se reencontrará con un viejo amigo como Luka Doncic, con el que coincidió en el Madrid.
Es precisamente este punto, el de la prioridad de Campazzo a la NBA, el que ha manejado el Madrid en todo momento para no caer en las negociaciones, que se produjeron hace días para intentar llegar a un acuerdo. El Real sabía que tenían posición de ventaja y que los agentes del Facu querían rascar más de lo ofertado para afrontar en condiciones beneficiosas el pago pendiente de la cláusula de salida de 2020, que asciende actualmente a dos millones de euros, todo ello mientras esperaban una última llamada de la NBA.
El Madrid tenía y tiene la plantilla cerrada sin Campazzo y no contaron con él en verano, por lo que hacerle un hueco con un contrato como el suyo, el segundo más elevado de la plantilla poco por debajo del de Tavares, habría supuesto un punto en contra en lo presupuestario. En lo deportivo los beneficios eran claros, pero en confección de plantilla, además, en el club se veían obligados a intentar otro movimiento paralelo, en forma de salida de Williams-Goss, lesionado y con contrato en vigor, o de cesión de Carlos Alocén a partir de enero.
Cláusula y en la pole para 2023
El Real Madrid se queda, de momento, sin Campazzo, pero el contrato firmado por el argentino con Dallas Mavericks es sólo de una temporada y su llegada como último jugador del roster no asegura su presencia en la NBA más allá de 2023. El conjunto blanco continuará, salvo que la negociación haya desgastado demasiado la relación entre las partes, en la pole de equipos europeos la próxima campaña y mientras seguirá recibiendo a plazos la cláusula de salida del Facu, correspondiente a 2020, cuando decidió emprender un camino NBA que, aunque de milagro, continúa para él.