Otro mal inicio del Real Madrid, el segundo en cinco días, este fue contra el Bayern en el BMW Park de Múnich (97-89). El tercer mal día seguido del equipo blanco, que en cuestión de semana y media ha sido derrotado tres veces y en tres competiciones distintas. Lo de Murcia no fue un toque de atención, lo de este jueves sí. Y es que pese a ser superiores en varias fases del debut en la Euroliga, los de Chus Mateo no pudieron con el decimoquinto de la fase regular anterior pese al suspense de los últimos segundos.
El mejor hombre de los blancos fue Facundo Campazzo (19 puntos), pero arrancó el curso europeo de la misma forma en la que lo finalizó: siendo expulsado. Pero el más anotador estaba en el Bayern y fue el estadounidense Napier con 25 puntos.
Al Real Madrid le llegó la hora de estrenarse en Europa. Lo hacía tras dos derrotas seguidas en la final de la Supercopa y en su debut en la Liga Endesa, por lo que no había lugar para el error y qué mejor que su competición fetiche para lamerse las heridas en la primera piedra hacia lo que ansían que sean ese decimosegundo trofeo que se escapó hace cuatro meses en Berlín.
Pero ni eso sirvió de aliciente para un Real Madrid que arrancó fuerte contra el Bayern, obligado a dar una alegría a su gente en Europa, pero que se vino abajo en un gran segundo cuarto de los locales. Aun así, la ventaja de los de Gordon Herbert al descanso no fue tan grande –sólo un punto– porque los blancos consiguieron despertar a tiempo (52-51).
La resurrección se alargó y el Real Madrid le dio un bofetón de diez puntos en el tercer cuarto a los alemanes, con la que puso las cosas realmente difíciles a los locales (64-73). El final fue una locura, con Campazzo expulsado tras una acción que bien pudo suponer el empate de su equipo sobre la bocina. El Bayern remontó y acabó ganando de ocho y por el doble de puntos en el último parcial, una paliza que puso en pie al pabellón bávaro (33-16).
El Real Madrid se queda corto contra el Bayern
El cuarto decisivo se hizo de rogar debido a un fallo en el marcador de una de las canastas, cosas de los estrenos. Y ese parón enfrió a los de blanco, que una vez más sangraron al ser asaetados desde el perímetro. Edwards, Voigtmann y Giffey neutralizaron la ventaja en apenas dos minutos y medio.
Se sumó al carro Napier con seis puntos seguidos, tres desde el triple y otros tres desde la línea de tiros libres. Y Voigtmann remató la faena para dejar a los suyos con botín favorable de diez, como colofón a un preocupante parcial de 24-4.
Ahí reaccionó el equipo español. A priori demasiado tarde, pero lo suficiente para quedarse a solo uno a falta de 20 segundos después de cinco puntos seguidos de Campazzo. Vladimir Lucic, con dos libres, dejó todo en manos de un triple que no entró. Lo tiró el base argentino, que además recibió una descalificante por reclamar falta de forma airada a los colegiados, metáfora de la presión de un grupo que necesita reencontrarse cuanto antes con el triunfo.