El Real Madrid llega a la Copa del Rey 2022 con unas sensaciones diametralmente opuestas a las acumuladas durante las semanas previas. Un bache, de resultados y sensaciones, ha provocado que el gran favorito ya no sólo no lo sea tanto, sino que se vea obligado a cambiar su estrategia en pos de una preparación adecuada para optar al título en Granada. Muchos, por no decir prácticamente todos, esperan a los blancos el domingo en la final, pero desde dentro del vestuario se pospone la predicción para tomar una estrategia en la que el presente inmediato y el ‘partido a partido’ toman un papel protagonista.
La expedición merengue, ya en la ciudad nazarí con Pablo Laso a la cabeza, no quiere confianzas, sabedores de que estos torneos representan una trampa para aquel que no llega bien preparado. El Real Madrid sí lo está pero los últimos resultados, pese a la victoria –sufrida– en Málaga en el último compromiso ACB, invitan a llevar todo al plano mental para que el baloncestístico tome un nivel superior al mostrado recientemente.
En el Madrid las cosas no están fáciles, bien por el bache de resultados, explicado desde el bajón en defensa, o bien por las ausencias, que han puesto en jaque los planes de Laso se cara al torneo del K.O. como también hicieron en un febrero que no está siendo el esperado en la parroquia madridista. Rudy y Deck, dos pilares en ambos aros, son duda para la Copa, así como Abalde y Llull deberán comprobar su estado óptimo de forma debido a contratiempos de última hora.
“Hay algo de moda con la NBA, eso de game time decision, y es lo que vamos a hacer, esperar al momento del partido», aseguraba Pablo Laso, en la rueda de prensa previa al viaje a Granada, donde el Madrid busca una versión que le llevó al liderato eventual en Liga ACB y Euroliga de forma simultánea, una versión perdida en unos últimos siete partidos en los que se han sumado cuatro derrotas.
El panorama, al que se ha sumado la baja, reciente pero de larga duración, de Carlos Alocén, refuerza el propósito de ir avanzando cruce a cruce en busca del objetivo, que sigue siendo el título. La lesión –rotura del ligamento cruzado– del joven aragonés ha sido un duro golpe para el equipo, que ahora quiere dedicarle a una de sus joyas un triunfo para el que son candidatos pero no máximos favoritos, y en el que de su avance en el torneo –también en cuanto a sensaciones– dependerán las opciones de llevarse el gato al agua.
Sin confiarse ante Breogán
Desde el club se desliza la posibilidad de conquistar una Copa que el Madrid ha levantado hasta en cinco ocasiones desde 2014, pero sólo una de las cuatro últimas ediciones, donde, eso sí, se llegó en su totalidad a la final. Ese es el gran objetivo del equipo, que no quiere confianzas ante un Breogán que cuenta con dos elementos diferenciales en el juego exterior como Bell-Haynes y, sobre todo, un Dzanan Musa que es uno de los mejores anotadores de la temporada en Europa. Los lucenses pondrán a prueba por primera vez a este Real copero que espera su mejor versión pero quiere ir paso a paso hasta recuperar la gloria.