El duelo más esperado se hace realidad este domingo en Granada. Después de periplos dispares en la siempre complicada Copa del Rey, Real Madrid y Barcelona se verán las caras (domingo, 18:30 horas) en el Palacio Municipal de Deportes en la reedición de la final de 2021. Un duelo con cuentas pendientes y en el que el vencedor será el protagonista de un K.O. sobre el eterno rival que va más allá de la denominación del torneo copero.
El Real Madrid se clasificó primero para la final, una instancia a la que ha llegado en los últimos nueve años como demostración de la solidez y lo triunfal del proyecto dirigido por Pablo Laso. Con más sombras que luces en el inicio de 2022, derrota en un Clásico incluida, los blancos han conseguido llegar en el mejor estado posible en el momento concreto, tras una semifinal de quilates ante el siempre complicado Lenovo Tenerife.
Atrás quedan las cuatro derrotas en siete partidos previas a la Copa o las dudas del choque de cuartos de final ante Río Breogán, donde se dominó antes de la llegada de una relajación que bien pudo costar un disgusto. Las dos torres, Tavares y Yabusele son, con ayuda de Poirier, los pilares de un equipo que ha sabido combatir con los problemas físicos y que en la final aún debe dar a conocer cuál será su roster y si en él estarán Deck, Williams-Goss o Causeur, seria duda después de retirarse antes de tiempo ante Tenerife.
El Barça, por su parte, comenzó la Copa arrasando a BAXI Manresa en un derbi catalán sin más historia que la dictada por Mirotic, Davies, Calathes y compañía, pero encontró una mosca –cojonera– en UCAM Murcia en una semifinal trepidante en la que los universitarios cerca estuvieron de lograr la machada de eliminar al vigente campeón.
Con Mirotic a la cabeza y Kuric haciendo de las suyas en los tramos clave, el Barça navega viento en popa y con dos partidos de 100 puntos en la buchaca rumbo a la final, donde lo tendrán más complicado y con las pilas sin tope de carga, como demuestra la cancelación del entrenamiento previo a la final a última hora. Jasikevicius, cabreadísimo durante toda la semifinal, deberá gestionar su ira, su ego y el de sus jugadores para poner en el parqué todo el talento que atesora un Barcelona capaz de todo, pero con el favoritismo en su mando para la final.
Clásico con cuentas pendientes
Esta ligera ventaja, hablando siempre de la igualdad máxima de los encuentros Madrid-Barça, se explica desde las tres victorias consecutivas que arrastran los culés en el bagaje directo. Tras el triunfo merengue en la final de la Supercopa Endesa, con un Llull estelar, el Barcelona se ha impuesto en Liga Endesa y en los dos últimos duelos de Euroliga, el último, especialmente doloroso con paliza (68-86) en el Wizink Center.
Las cuentas están pendientes, como casi siempre en los Clásicos, con Llull y Mirotic como diana para las aficiones rivales. El buen rollo de la Copa pasará a la señalización de unos y otros en un duelo por todo lo alto que pondrá el broche al regreso del torneo del K.O. a Granada 26 años después. ¿Repetirá campeonato el Barça? ¿Cerrará el círculo el Madrid una década después del primer título de Laso? En unas horas lo sabremos. Hagan juego.