El Real Madrid de baloncesto ha cerrado una plantilla estelar a la que venía dándole vueltas hace mucho tiempo. Reemplazar a dos leyendas como Rudy Fernández y Sergio Rodríguez no era tarea fácil. Tampoco a Guerschon Yabusele. Pero el club blanco trazó un plan específico para lograr lo mejor que tenía a su alcance y ha confeccionado un equipo que cuenta hasta con ocho jugadores con experiencia NBA y que están en el Real Madrid para instaurar un reinado en Europa, ese que se abolió el pasado 26 de mayo en la fatídica final de Berlín.
Y es que el equipo blanco tiene para hacer un quinteto sólo de jugadores que hayan pasado en algún punto de sus carreras por la Liga estadounidense de baloncesto, la más prestigiosa del mundo. A esos cinco, además, se sumaría un banquillo de tres más. Las alternativas son diversas, pero si la normalidad indica que Chus Mateo debería partir en la semifinal de la Supercopa Endesa con Facundo Campazzo de base, Mario Hezonja y Dzanan Musa desde el exterior y con el recién llegado Usman Garuba apoyando a Walter Tavares bajo el aro.
Como decimos, todos ellos tienen pasado en la NBA, pero es que además el entrenador madrileño puede hacer variaciones con Xavier Rathan-Mayes, Serge Ibaka y Gaby Deck. Y a estos ochos se suma el compromiso de Alberto Abalde, la veteranía de Sergio Llull, la juventud de Eli Ndiaye y la frescura que viene a aportar Andrés Feliz en la creación.
El cartel es inmejorable para una temporada que arrancará justo en un mes, cuando se celebrará esa Supercopa, de nuevo en Murcia, los días 21 y 22 de septiembre. El Real Madrid llegará fresco y en condiciones inmejorables para afrontar otro curso en el que además de repetir los éxitos que se consiguieron en el anterior dentro de las fronteras de nuestro país, quieren exportarlo al exterior de nuevo y ponerle la guinda que se escapó ante Panathinaikos para traer la duodécima Copa de Europa a la capital de España.
Un idilio de 10 años con la NBA
Ese idilio entre la NBA y el Real Madrid existe también en las ventas. Y es que ya se extiende hasta una década el período de tiempo en el que el club blanco ha atraído a las franquicias estadounidenses, que no se resisten a su talento, encandilan a sus jugadores para que estos abonen su cláusula liberatoria. Fue el caso de Garuba, Deck o Campazzo, que probaron la aventura estadounidense y regresaron al equipo más laureado del viejo continente en cierto punto de su trayectoria.
El último en tomar este camino ha sido Garuba, cuyo fichaje ha sido anunciado esta misma semana. Pero cuando entre al vestuario verá caras conocidas que recorrieron ese mismo camino como son las de los argentinos. Por un lado, el Facu puso la cláusula más alta de las siete ventas que ha hecho el Real Madrid a la NBA (6 millones de euros) para recalar en los Denver Nuggets.
Posteriormente, fue a parar precisamente a los Dallas Mavericks y al no cuajar regresó a Europa tendiendo un puente en el Estrella Roja hasta llegar de vuelta al Real Madrid en 2023, firmando una nueva primera campaña estelar. Al año siguiente se producirían las dos siguientes, las últimas antes de una salida de Yabusele hacia Philadelphia Sixers que está próxima. Deck y Garuba se marcharon a Oklahoma City Thunder y Houston Rockets, dejando en las arcas de la entidad madridista 1,3 y 3 millones respectivamente.