En la Euroliga

Podemos calla sobre la visita del Maccabi israelita a Barcelona tras su intento de boicot en Madrid

El partido político de extrema izquierda removió a todos los palestinos para intentar opacar el duelo de Euroliga en el Movistar Arena

En cambio, en el Palau Blaugrana tan sólo hubo una protesta silenciosa por parte de un sector radical de la afición

Estos denunciaron la falta de libertad de expresión al no poder introducir simbología de Palestina en el pabellón, algo prohibido para no hacer apología política

Podemos
Ione Belarra y una imagen del Barcelona-Maccabi.

Silencio sepulcral de Unidas Podemos y de la extrema izquierda por la visita del Maccabi Tel Aviv, equipo de Israel, al Palau Blaugrana para enfrentarse al Barcelona en la Euroliga. Los israelíes viajaron a la Ciudad Condal sin ningún tipo de impedimento para disputar este miércoles a las 20:30 horas su choque frente a los culés y ningún político del partido morado lo criticó, como sí hicieron cuando la ciudad que acogía la llegada israelí era Madrid hace apenas tres semanas.

Aquello tan sólo quedó en una manifestación anterior al Real Madrid-Maccabi que contó con la participación de unas 100 personas propalestinas y se extendió hasta el primer cuarto. Luego, al no tener mayor repercusión y sobre todo al no haber conseguido provocar a aficionados israelíes que ya se encontraban dentro del Movistar Arena, se disolvió rápidamente.

La promotora de este movimiento para ensuciar a la capital de España y a su equipo de baloncesto fue una Ione Belarra que en todo momento estuvo escondida tras los manifestantes. La baja afluencia de público israelí sumada a un partido que ya no tiene fuerza, dejaron todo en una artimaña de Podemos para generar efecto mediático a costa del Real Madrid, además de intentar mostrar que nuestro país apoya a Palestina y no a Israel en este conflicto armado.

En cambio, cuando el escenario fue el pabellón del Barça, Podemos se calló y no dijo ni una sóla palabra ni promovió ninguna iniciativa para mostrar que España es un país anti Israel. Ambos encuentros, eso sí, se jugaron con total normalidad y tanto Real Madrid como Barcelona ganaron al Maccabi, penúltimo clasificado de la fase regular de la Euroliga.

Podemos se calla con Barcelona

Lo único a destacar de la visita israelí al Palau es que dos grupos ultras de la afición blaugrana, los Dracs y Sang Culer Cor Català, hicieron una protesta silenciosa como protesta a la falta de libertad de expresión por la prohibición de llevar simbología de Palestina al partido, tal y como sucedió el año pasado con la visita del Maccabi. En competición europea, recordemos, se impide realizar cualquier tipo de apología política.

En el inicio del choque hubo cinco minutos de huelga de animación y algunos asistentes llevaron la boca tapada, pancartas del revés y una camiseta negra en vez de los colores amarillo y rojo que portan normalmente estos aficionados. Durante el duelo se escucharon gritos de «¡Palestina libertad!», pero fue únicamente idea de estos individuos, no de ningún partido político o, en este caso, Podemos, como sí hicieron en Madrid.

Los ultraizquierdistas tampoco dijeron nada en visitas anteriores del Maccabi a ciudades como Vitoria o Valencia poco después del estallido del conflicto. La obcecación de su portavoz y secretario general, Pablo Fernández, en sabotear la llegada del equipo israelí a la capital de España se contraponía a lo que sucedió hace unos meses cuando el cuadro de Israel jugó a domicilio en Cataluña, la Comunidad Valenciana o el País Vasco.

El lamentable discurso de Pablo Fernández

«La segunda cuestión que quería tratar es que como saben mañana hay un partido de baloncesto en Madrid entre el Real Madrid y el Maccabi Tel Aviv. En las próximas horas nos vamos a dirigir formalmente tanto al Ministerio de Exteriores como al Ministerio de Interior para que se tomen las medidas necesarias de cara a que no puedan entrar a nuestro país ni el equipo ni jugadores ni por supuesto la hinchada del Maccabi Tel Aviv», afirmó hace 23 días Pablo Fernández.

«Queremos evitar altercados violentos. Todo el mundo reprobó lo que sucedió hace unas semanas en Ámsterdam. La hinchada israelí se puso a arrancar banderas palestinas y a proferir cánticos riéndose de los niños y niñas asesinados en Palestina, haciendo apología del genocidio. Y nosotros no queremos que en España se haga apología del genocidio», insistió.

«Representa el Maccabi Tel Aviv un país genocida, lo que debería ser suficiente para impedir su entrada en España. Insisto además en que no queremos que su hinchada haga apología del genocidio en nuestro país. Así que, como decimos, para evitar altercados públicos por una cuestión también de seguridad, vamos a pedir que tomen todas las medidas necesarias para impedir que entren en nuestro país», concluyó.

Este repitió una y otra vez que si por él y su partido, que mandó una carta al Ministerio de Exteriores, propuesta rechazada por el Gobierno, fuera habría impedido la entrada de israelíes que ya habían viajado hacia Madrid, así como el propio equipo visitante.

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