Pogacar regala otra exhibición en los Alpes y sentencia el Tour de Francia

Este Tour de Francia es de Tadej Pogacar y nadie más. El ciclista esloveno volvió a dar otro golpe (uno más) a Jonas Vingegaard en la durísima etapa con final en Isola 2000, puerto de primera categoría que culminó una jornada en la que se subieron dos puertos de categoría especial (Col de Vars y la cima de la Bonette) en los Alpes. Atacó Pogacar a nueve kilómetros de meta y dejó atrás a un Vingegaard que se dio cuenta de que esta no es su edición y que hay que entregarle la corona al esloveno.

El espectáculo de Pogacar en este Tour se recordará durante años. Tadej ha dignificado el ciclismo para recuperar el trono, ese que tendrá de forma definitiva el domingo en Niza. Una hecatombe histórica (y algo más) tendrá que pasar para que no se llevara su tercer título en Francia. La de este viernes era la considerada etapa reina de la edición de este año y Pogacar demostró que para rey del ciclismo ya está él.

A dos kilómetros de meta -que era todavía un mundo- Pogacar pilló a Matteo Jorgenson, el estadounidense que subió el puerto en solitario y posiblemente en algún momento creyó que podía llevarse la victoria. Se quedó al final lejos. Pogacar dio otro recital de ciclismo y le metió 1 minuto y 42 segundos en línea de meta a Vingegaard. Ahí también estaba Evenepoel, que aguantó con el danés durante toda la etapa. Esto está decidido y no hay quien lo cambie.

Los 16,1 kilómetros de dura subida a Isola 2000 fueron un festín para Pogacar. Llegó a la base en un reducido grupo del que tiraba su equipo, con Adam Yates, y cuando cabeza de carrera (Matteo Jorgenson) estaba a 8,6 de meta, poco después de empezar el esloveno la subida, la diferencia entre ambos era de unos cinco minutos.

Pero Pogacar, vestido de amarillo y en el gran día alpino de este Tour de Francia, quería fiesta. Y la tuvo. Se fue comiendo a rivales, los descolgados de la fuga del día, tras deshacerse de Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel con un potente cambio de ritmo sin respuesta.

Y, recortando minutos y kilómetros como si nada, llegó a Jorgenson casi bajo la pancarta de 2 kilómetros a meta, le pasó volando y llegó en solitario a meta para asegurarse este Tour. Pogacar llegó con casi dos minutos de ventaja sobre Evenepoel y Vingegaard, que seguirán luchando, salvo caída y abandono de Pogacar, por la segunda plaza en lo que queda de Tour.

Así, en Isola 2000, Pogacar consiguió la cuarta victoria en el Tour en este 2024 en el que está siendo un ciclón. Etapón para dejar claro que sólo él iba a ganar el Tour y que las diferencias con Vingegaard son enormes este año. La distancia ya en la general se aumenta a los cinco minutos, una diferencia brutal.