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Pablo Laso renueva con el Real Madrid hasta 2018

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Pablo Laso seguirá haciendo historia en el Real Madrid. El entrenador vitoriano alcanzó un acuerdo para renovar por el equipo blanco hasta 2018. El técnico reconquistó en el pasado mes de mayo la Euroliga para el conjunto blanco tras 20 temporadas de sequía, aunque, para muchos, lo más importante reside en el estilo de juego que ha implantado en el Real Madrid.

De la mano de Laso, el equipo de la capital ha levantado dos títulos de Liga Endesa, tres Copas del Rey, tres Supercopas, una Euroliga y una Copa Intercontinental en cuatro temporadas. En toda la década anterior a la llegada de Laso no se alcanzaron dicha cantidad de títulos.

Aunque para los aficionados lo más importante de la continuidad del técnico es el estilo de juego atrevido que se ha convertido en la seña de identidad del equipo. El Real Madrid se ha aupado a referente en Europa como baluarte del juego ofensivo, de las posesiones cortas y del espectáculo. No es anecdótico que de los 7.500 habituales de la Caja Mágica se haya pasado a un aforo de más de 11.000 cada semana en el Palacio de los Deportes.

Ahora Laso tendrá la complicada misión de convencer a varios de los integrantes de la columna vertebral del equipo para que continúen algunos años más. Las ofertas de la NBA están en la mesa de Sergio Rodríguez, Sergio Llull, Gustavo Ayón o Luka Doncic –en un futuro no muy lejano– y el club sabe que una de sus fortalezas para convencer a sus estrellas de seguir pasa por la presencia de Laso en el banquillo. El Real Madrid sabe que con este técnico puede establecer una hegemonía en el baloncesto europeo.

Atrás queda el fatídico verano de 2014, cuando Laso vio caer uno tras uno a sus entrenadores asistentes sin saber si él podría ser el siguiente. El preparador fue capaz de olvidar aquella circunstancia y cicatrizar la herida que se abrió con el club. Ahora aquel recuerdo de destitución resulta anecdótico.