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CASO NEGREIRA

Los Negreira facturaban al Barça más de 100.000 € en las vacaciones sin un solo partido

Un ejemplo: desde el 22 de mayo hasta el 31 de julio de 2016 el Barça no jugó ni un partido, pero los Negreira sí facturaron

Negreira Jr. facturó al Barça por analizar arbitrajes recibidos ¡en partidos amistosos!

Negreira Jr. llevaba un registro de los árbitros que perjudicaban o favorecían al Barça con penaltis

José María Enríquez Negreira, siendo número dos del Comité Técnico de Árbitros (CTA), y su hijo, Javier Enríquez, facturaban durante los meses de verano al FC Barcelona cantidades aproximadas a los 100.000 euros por sus supuestos trabajos de asesoramiento y análisis arbitrales. Trabajos que, sin embargo, son imposibles de acreditar con informes porque en esos meses no había Liga y ni siquiera partidos amistosos o promocionales (por los que también facturaron al club). No perdonaron un mes sin facturar aunque no hubiese nada que analizar, según la documentación aportada por el Barça a la Fiscalía y el cotejo de las cuentas internas de sus empresas.

El 22 de mayo de 2016, el FC Barcelona disputó la final de la Copa del Rey contra el Sevilla. Ganó el partido por 2-0, dando por cerrada la temporada. La Liga, de la que salió campeón ese año, había terminado unos días antes. El club echó la persiana por vacaciones poco después, liberando a los futbolistas que ese año disputaban la Eurocopa de Francia entre junio y julio. El Barça no volvió a vestirse de corto para un partido hasta el 31 de julio. Sin embargo, el parón de dos meses sin partidos del Barça no impidió que la maquinaria de facturación de los Negreira siguiese operativa.

Según ha constatado OKDIARIO de entre el material que figura en la investigación que está realizando actualmente la Fiscalía Anticorrupción, el Barça recibió y abonó en aquel verano de 2016 dos facturas correspondientes a los meses de junio y julio por valor de 59.315 y 47.453 euros, respectivamente. En total, más de 106.000 euros.

Podría pensarse que esos informes de «asesoramiento de vídeos técnicos», que elaboraba el hijo de Negreira en esos últimos años de servicio al club (2016, 2017, 2018), servían para que la entidad blaugrana realizase un seguimiento sobre los partidos que sus jugadores disputaban en la Eurocopa de ese año. Sin embargo, en otro aporte de facturas aparece una tercera que desmonta la coartada: «Grabación de partidos y visionado de Selección España y otras. Eurocopa». Fue emitida en junio y tenía un valor de 90.750 euros para cubrir gastos de «viajes, estancias y dietas». Es decir, los Negreira facturaban los partidos de la Eurocopa por otra vía, dejando sin objeto de trabajo las facturas de junio y julio por análisis de partidos inexistentes.

En aquel verano de 2016, el Barça convocó a su plantilla el 19 de julio para someterse a las pruebas médicas y comenzar los entrenamientos al día siguiente. No hubo partido alguno hasta el 31 de julio, fecha del encuentro amistoso contra el Celtic de Glasgow. El hijo de Negreira lo analizó para el club, a pesar de no tener impacto sobre las competiciones y a estar arbitrado por un colegiado local semiprofesional que pitaba por primera y última vez al Barça.

En el cómputo general, el equipo catalán pasó en aquel verano cerca de tres meses sin partido oficial: desde la final de Copa contra el Sevilla (22 de mayo) hasta la ida de la Supercopa de España, también contra el Sevilla (14 de agosto). El Barça se fue de vacaciones, pero los Negreira no. Y no fue el único año en el que actuaron de esa forma.

‘Modus operandi’

Las vacaciones de 2016 son un ejemplo claro de este modus operandi de los Negreira para facturar al club incluso en meses en los que no se jugó un solo partido. Pero el proceder fue similar en temporadas anteriores y posteriores a esa fecha.

El 5 de julio de 2022, el club azulgrana remite una carpeta con documentación a la Fiscalía Provincial de Barcelona. Va acompañada de una carta firmada por Pere Lluís Mellado, director del área legal del club. En ella se incluyen todas las facturas que los Negreira, con sus distintas sociedades, han emitido al Barça desde 2013 hasta el fin de la relación.

En 2013, la sociedad de Negreira padre emitió tres facturas al club en los meses de verano de junio (83.393 €) y julio (34.460 €) . No había competición oficial. Se facturó una tercera por concepto «Mundial Brasil», con viaje, estancia y dietas, por valor de 145.200 euros. El Mundial, sin embargo, se jugaba al año siguiente.

En 2014, la facturación vacacional es un espejo de la de 2013: dos facturas correspondientes a junio (83.393 €) y julio (34.460 €), más una tercera especial del Mundial de Brasil -que sí se jugaba ese año-. De nuevo, mismo importe: 145.200 euros para viaje, estancia y dietas en el país sudamericano.

En 2015, la historia se repite pero las cantidades se actualizan. En un junio sin partidos, el Barça paga por los informes sobre arbitraje 48.308 euros. Al mes siguiente, vuelve a pagar. Y una tercera factura especialesta vez por «seguimiento de equipos españoles en competiciones europeas».  100.569 euros para viajes, dietas y estancias. Esta vez, por la descripción de lo analizado, no se centran en el arbitraje sino en el desempeño futbolístico. Sorprendente cuanto menos en un club con un departamento de scouting con decenas de empleados capaz de realizar esos seguimientos.

Los pagos en los meses veraniegos se repiten en 2016 y 2017. Pero cesan en 2018: en mayo Negreira fue destituido como vicepresidente de los árbitros, y la factura de junio nunca fue abonada. Aquel fue el origen del enfado de Negreira que provocó el incendiario burofax en el que amenazaba al club blaugrana con tirar de la manta si no satisfacían sus pretensiones económicas.