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Masters 1.000 Indian Wells

Alcaraz se da de bruces consigo mismo y claudica en Indian Wells ante un aplicado Draper

El murciano sufre su mayor desconexión y no le basta con un paréntesis de leve mejora en el ecuador del partido

Draper ya rompió la racha de victorias de Carlitos en Queen's y ahora lo hace también en Indian Wells

El mayor peligro de Alcaraz suele ser el propio Alcaraz. El murciano tiende a zambullirse en desconexiones transitorias durante los partidos que tiene controlados y acaba entregándolos. Rara vez le sucede en Indian Wells, su coto privado de caza, aunque ante Draper le sucedió desde el inicio y se extendió al final del partido, con un único paréntesis en el ecuador que no fue suficiente para evitar la derrota. El inglés se impuso (1-6, 6-0 y 4-6) y se cita con Rune en la final de Indian Wells.

El murciano zozobró en demasía, especialmente al saque durante el primer set. Apenas un 38% de acierto en el primer servicio, dos dobles faltas y sólo un juego ganado. Draper es un tenista duro, con revés certero y de pocas fisuras. Su primera manga fue un ejemplo de ello. Se la apuntó (6-1) desde el orden y la buena lectura del juego.

Con un servicio inapelable y un resto académico. Se situó dos metros detrás de la línea de fondo para neutralizar el saque del español que fue paupérrimo en todo el primer set, que seguramente sea el peor de su carrera. Pero el tenis es el deporte que más encapsula al deportista y donde mayor reacción inmediata se puede mostrar. Sacar, restar, iguales, ventaja, juego… Una constante toma de decisiones.

Reseteó Alcaraz por completo para poner otra cara, literalmente, sobre la pista. Su lenguaje corporal en la segunda manga transmitía mejores sensaciones. Comenzó a mejorar su servicio, jugar profundo y alargar los puntos. Y en esas logró algo que nadie había conseguido ante Draper en todo el presente torneo, romperle el saque más de una vez.

Un paréntesis de leve mejora no es suficiente para Alcaraz

Hasta en tres ocasiones lo quebró un Alcaraz renovado, mientras que el inglés se fue diluyendo. Hasta siete juegos consecutivos se llevó el murciano para sellar la segunda manga (6-0) e iniciar con buen pie la tercera. «¡Ánimo!», le gritaba Ferrero, consciente de que su pupilo no terminaba de sentirse cómodo pese a la remontada.

El murciano dudaba desde el fondo de la pista y Draper castigaba con el revés cruzado. El británico se rearmó y volvió a apagar a un Alcaraz dubitativo al resto. «Ponte más roca hasta que mejoren las sensaciones», le pedía Ferrero. Alcaraz se equivocó de estrategia para la manga definitiva. En lugar de atacar la derecha paralela, donde sufría el inglés, Carlitos insistió en la búsqueda del revés de Draper. Y claro, ahí se sentía cómodo su rival.

El británico quebró en dos ocasiones al murciano y no le tembló la raqueta, únicamente le entró cierto vértigo para cerrar el partido. Cedió el saque y no pudo precintar la victoria al resto, pero la doble rotura le permitía otra oportunidad para sellar el desenlace con su servicio. Y ahí no zozobró. Punto y final a la racha de 16 triunfos consecutivos de Alcaraz en Indian Wells y confianza rebosante para Draper de cara a la final contra Rune.