Cultura
Primavera Sound 2018

Reparten caretas de Puigdemont en el Primavera Sound y los asistentes se quejan: «No nos dejáis ni bailar en paz»

El festival Primavera Sound llegaba a su fin cuando personal ataviado con el chaleco distintivo de la organización del evento han comenzado a repartir caretas con la cara de Carles Puigdemont a los asistentes.

Ante la sorpresa de miles de personas que disfrutaban del broche final de este encuentro anual, las caretas del ex presidente de la Generalitat huido de la Justicia han comenzado a poblar el Parc del Forum, donde se lleva a cabo este macroevento musical que dura 5 días y que cuenta con 4 escenarios simultáneos. La sorpresa no ha gustado a muchos de los festivaleros que enseguida han comenzado a subir a sus redes sociales imágenes del personal del Primavera Sound repartiendo las caretas.

Desde la organización se desmarcan de esta acción diciendo que es tradición entre los trabajadores salir al escenario durante la última actuación, tradicionalmente a cargo de DJ Coco, ataviados con una careta de un personaje célebre. Este año, dicen los organizadores, los trabajadores han elegido a Puigdemont y alguno ha decidido repartir las sobrantes. Para el Primavera Sound se trata de una broma interna que se hace cada año y que, al parecer, este año se les ha ido de madre.

Las caretas han sido distribuidas a partir de las 4:30 horas cuando aparecieron cajas llenas con ellas, que no se sabe quién ordenó sacar, pero que pronto quedaron repartidas entre las miles de personas que echaban el resto en el último concierto de esta edición del multitudinario festival barcelonés.

A partir de ahí, el Fórum se llenó de imágenes curiosas: personas bailando con las caretas puestas, otras que las llevaban en la mano cual pulsera e incluso otras que colocaban la cara del expresidente como objeto decorativo en barras y mobiliario.

Un alto porcentaje del público del Primavera Sound es extranjero, por lo que muchos de los que recibían la careta desconocían quién es el político catalán. Y entre los que le han reconocido, muchos se han sentido ofendidos: «No nos dejáis ni bailar en paz» decía un usuario de Twitter.