En el corazón de la pintoresca región de Setouchi, Japón, emerge una obra maestra arquitectónica que redefine la armonía entre el diseño contemporáneo y la naturaleza: Not a Hotel Setouchi. Este proyecto, concebido por el renombrado estudio danés Bjarke Ingels Group (BIG), se integra de manera orgánica en el paisaje isleño, ofreciendo una experiencia que trasciende la mera hospitalidad. A continuación te contamos todos los detalles sobre este hotel, una obra maestra arquitectónica en el corazón de Japón.
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Diseño en sincronía con la naturaleza
Situado en la isla de Sagishima, el complejo abarca una extensión de 30.000 metros cuadrados.
La planificación maestra prioriza la restauración del terreno ondulado, recolectando el pasto existente antes de iniciar la construcción y reintroduciendo vegetación autóctona como olivos y limoneros para realzar la belleza natural del sitio.
Las tres villas, denominadas 360, 270 y 180 según su ubicación y vistas correspondientes, se integran intencionadamente en los contornos naturales del paisaje, alineándose con las infraestructuras y caminos existentes.
Distribuidas en diferentes elevaciones, el resort se despliega como una cinta que serpentea a través del entorno.
Tipologías de villas
- Villa 360: ubicada en el punto más elevado del terreno, esta villa de forma anular ofrece vistas panorámicas de 360 grados del paisaje terrestre y marino de Setouchi, con un patio central que garantiza privacidad.
- Villa 270: captura una panorámica de 270 grados del archipiélago circundante, con espacios de baño dispuestos como islas flotantes alrededor de la piscina, además de una sauna y una fogata al aire libre.
- Villa 180: situada en la punta de la península, más cercana al mar, su curvatura sigue el paisaje costero. La casa incluye un patio interior con suaves pendientes, senderos musgosos y árboles que cambian de color con las estaciones.
Fusión de tradición y modernidad en los materiales
Las villas de tres y cuatro habitaciones toman como referencia el diseño de las casas tradicionales japonesas de una sola planta, incorporando materiales locales de Japón.
Los elementos esenciales de las viviendas, como la fachada, el techo, las paredes y el suelo, preservan elementos arquitectónicos japoneses tradicionales mientras se reimaginan para el uso moderno.
Las fachadas de vidrio que conectan el interior y el exterior son una interpretación moderna de las pantallas shoji, mientras que el patrón de los pisos de pizarra natural Genshoseki se inspira en la disposición de las esteras de tatami japonesas tradicionales.
Las paredes curvas de arcilla portantes se logran utilizando la técnica tradicional de tierra apisonada, incorporando suelo directamente del sitio.
Innovación y sostenibilidad
Los techos de Not a Hotel Setouchi están cubiertos en todos sus lados con tejas solares, representando una interpretación tecnológica y moderna de un techo japonés tradicional.
El agua de lluvia recolectada por los techos elevados se utiliza para irrigar el paisaje, mientras que las fachadas operables y los voladizos promueven la refrigeración pasiva en primavera y verano.
Este exclusivo complejo opera bajo un modelo de multipropiedad, donde los compradores adquieren fracciones de las villas en lugar de reservar estancias convencionales. Por ejemplo, una participación de 1/36 en una de las villas puede costar hasta 2.457.000 $ (aproximadamente 2.221.418 €). De este modo, los propietarios pueden disfrutar de la propiedad durante un período determinado al año, haciendo de Not a Hotel Setouchi una opción de lujo reservada para unos pocos privilegiados.
