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Baleares: el PI asegura que «nunca gobernará con partidos extremistas o populistas»

Josep Melià : "No nos hipotecaremos ni perderemos nuestra esencia política por una silla o por gobernar"

El candidato a la presidencia del Govern asegura que aspira a que la sociedad balear sea "bilingüe"

El PI condiciona los pactos postelectorales a la derogación de la moratoria turística

El candidato del PI a la presidencia del Govern, Josep Melià, ha asegurado que su formación «no se hipotecará, ni perderá su esencia como partido por una silla o por gobernar» tras las elecciones del 28M. Melià afirma que su partido se presenta a estos comicios «para gobernar» pero «eso no quiere decir gobernar a cualquier precio».

En una entrevista concedida a Europa Press, el candidato del PI se ha expresado así: «Se pondrá el programa encima de la mesa y, si somos capaces de llegar a acuerdos, tal vez, el PI entre a gobernar y si no, no. Lo que intentaremos es defender nuestras ideas, mucho mejor si se puede hacer desde el Govern, porque es la mayor palanca de transformación social de la que dispone una democracia pero, si no es posible, se trabajará desde donde corresponda».

Preguntado por la preferencia de la agrupación política para dibujar futuros pactos postelectorales, ha indicado que el PI es «un partido con unas ideas propias, auto referenciado, que no es satélite de ningún partido, ni ningún bloque político».

Por tanto, ha resaltado que quien quiera pactar con el PI sabe que este partido «defiende la lengua y la cultura balear, las máximas cotas de autogobierno de Baleares y el turismo como principal fuente de riqueza de las islas, entre otras cuestiones», ha matizado.

«El PI no gobernará con partidos extremistas o populistas, que tienen soluciones fáciles a problemas complejos, con partidos que se dedican a alimentar la confrontación y la tensión social. El PI es un partido de mallorquinidad, de moderación, de tranquilidad, de tolerancia y sentido común», ha apuntado Melià, a lo que ha añadido que no se ve en un gobierno con «partidos extremistas, ni de derechas, ni de izquierdas».

No obstante, ha puntualizado que «no quieren comparar los extremos», ya que, a su juicio, «seguro que tienen peculiaridades y trayectorias históricas diferentes». «El PI no se ve gobernando con partidos que, cuando se hablaba de hipotecas, decían que si hay una deuda ilegítima, si no se paga no pasa nada, partidos que se ponen de perfil ante la ocupación ilegal o la venta ambulante ilegal», ha resaltado.

En cuanto a las perspectivas electorales que maneja el partido para las votaciones del 28M, ha aseverado que esperan «mantener los tres escaños» con los que cuentan en la actualidad o incluso «crecer» pero desde el PI quieren «ser cautos y humildes».

Asimismo, a nivel municipal, Melià ha asegurado que el partido tiene «una fuerte presencia en la Part Forana» y ha apuntado a Pollença y Bunyola como plazas fuertes, donde podrían llegar a gobernar, además de un posible avance en otros pueblos.

En referencia a alguna de sus propuestas en materia de vivienda como la transformación de establecimientos turísticos obsoletos o locales en viviendas, ha argumentado que esta iniciativa debería partir del sector privado y el Govern habilite una normativa que, «voluntariamente, haga atractivo a los propietarios de los alojamientos turísticos, convertirlos en pisos y dejar de ofrecer una actividad turística obsoleta y de baja calidad».

Desde su formación, defienden que solo el 30% de los pisos creados bajo esta fórmula pasen a ser de protección oficial, para que «a los propietarios les salga viable hacer operación de cambio de uso».

En ese sentido, el representante del PI ha calificado de «fracaso» las políticas de vivienda del Govern, que «no ha ofrecido una respuesta adecuada» y ha considerado que para un joven «ahora es más difícil acceder a una vivienda asequible que cuando comenzó a gobernar Armengol».

Sin embargo, Melià se ha mostrado contrario a la limitación de los precios de los alquileres que permite la Ley de Vivienda estatal, ya que, a su entender, la política pasa por «incentivar que haya el número máximo de pisos en el mercado del alquiler» y esto tiene «un efecto contrario» al «incrementar la cantidad de pisos desocupados».

Respecto a la ordenación del territorio y los nuevos desarrollos urbanísticos, el cabeza de lista al Parlament ha reclamado «afrontar» otro de los «importantes retos» que tiene Baleares como es la «sobrepoblación». A su juicio, el archipiélago ha tenido un crecimiento «insostenible» que genera «saturación y que los equipamientos no den abasto».

«Hay gente que su apuesta es el modelo de Hong Kong, pero no es la apuesta del PI y se tiene que frenar el crecimiento por el bienestar de todos», ha señalado Melià.

Sobre el modelo turístico, el PI apuesta por la contención y la renovación, a través la «desaparición» de un número importante «plazas obsoletas» para restar «presión turística» y un «intercambio de plazas», que deberían estar reguladas por los empresarios turísticos y los propietarios, que «podrían venderlas y colocarlas en otro establecimiento».

«Baleares en estos ocho años continúa con la misma dependencia del turismo, la renta per cápita y el PIB dependiente del turismo continúa en el mismo porcentaje que entonces, por tanto no se ha avanzado en diversificación, porque es la última comunidad de España en inversión en innovación», ha rematado.

Impuestos

En materia de fiscalidad y financiación, el representante del PI ha tildado el Régimen Especial de Baleares (REB) de «tomadura de pelo» en la parte económica, porque desde su punto de vista ha sido «un cambio de denominación de las inversiones del Estado», ya que «no son recursos nuevos para compensar la insularidad». En cuanto a la parte fiscal, ha señalado que sus «efectos son muy limitados».

Preguntado por si la eliminación del impuesto de sucesiones, una de sus propuestas, podría detraer recursos de las arcas públicas, Melià ha puntualizado que su partido quiere «eliminarlo entre familiares hasta el cuarto grado de parentesco» debido a que su «voluntad» es «dar continuidad al patrimonio familiar».

Del mismo modo, su formación reclama suprimir el impuesto de transmisiones en la primera vivienda para los residentes con cinco años de antigüedad. Por último, otras de las iniciativas que recogen en su programa es la deflactación del IRPF para «adaptar el tipo a la inflación» y que la ecotasa «recupere su finalidad y no sea un cajón de sastre».

Sobre política lingüística, el candidato de el PI se ha reivindicado como «defensor de la lengua y la cultura propia de Baleares» y entre sus aspiraciones sitúa que «la sociedad sea bilingüe realmente», ya que a su juicio «los únicos bilingües son los catalanoparlantes».

«El PI quiere incentivar que la gente conozca las dos lenguas y que el tesoro de patrimonio que significa la lengua de baleares se mantenga, se difunda y tenga toda la fuerza posible», ha argumentado.

Preguntado por las propuestas de algunos partidos de eliminar el requisito del catalán para la función pública, Melià ha planteado que los funcionarios «tienen que dominar las dos lenguas y esto tiene que ser un requisito», algo que «es muy fácil de conseguir», ya que «todos los estudiantes de Secundaria de Baleares lo cumplen y esto favorece a la población local».