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El pueblo más bonito de Castilla-La Mancha según National Geographic está dentro de un castillo (y no al revés)

Para el prestigioso portal de National Geographic, ya está definido cuál es el pueblo más bonito de Castilla-La Mancha. Rodeado por las aguas del río Júcar, su ubicación estratégica fue clave desde épocas antiguas, atrayendo a diferentes civilizaciones que dejaron su huella en su estructura y diseño.

A pesar de ser pequeño, sigue siendo visitado por los más curiosos. Y es que lo caracteriza algo inusual: está dentro de un castillo y no viceversa. Además, estamos hablando de nada más y nada menos que un lugar declarado Conjunto Histórico-Artístico, por lo que es clave conocerlo para entender la riqueza cultural de Castilla-La Mancha.

¿Cuál es el pueblo más bonito de Castilla-La Mancha, según National Geographic?

El protagonista en esta ocasión es Alarcón, un pueblo dentro de un castillo, construido en el siglo VIII por los árabes y que se alza sobre un promontorio que domina un meandro del río Júcar.

Esta posición  garantizaba una defensa natural, a la vez que facilitaba el control del territorio circundante. La fortaleza fue clave durante la Reconquista y sirvió como residencia de importantes figuras históricas, como el Infante Don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor.

El castillo es actualmente un Parador de Turismo, transformado para preservar su historia y ofrecer un espacio donde los visitantes pueden disfrutar de su magnífica arquitectura y vistas panorámicas.

En tanto, la torre del homenaje, construida por Don Juan Pacheco en el siglo XV, sigue siendo el emblema más destacado del edificio, representando la majestuosidad de la época.

La influencia árabe y cristiana de Alarcón

El origen del nombre Alarcón proviene del término árabe al-arkun, que significa ‘la fortaleza’. Esta denominación refleja la importancia de su función defensiva durante el dominio musulmán.

Sin embargo, tras la conquista cristiana en el siglo XII, la villa comenzó a transformarse en un importante centro religioso y cultural. Prueba de ello son las numerosas iglesias que se encuentran en el municipio.

¿Qué se puede visitar en el pueblo más bonito de Castilla-La Mancha?

Además del castillo, Alarcón destaca por su impresionante patrimonio arquitectónico. La iglesia de Santo Domingo de Silos, con su estilo románico tardío, es un ejemplo de las transformaciones que experimentó la región a lo largo de los siglos.

Por un lado, el templo de Santa María, construido en estilo gótico-renacentista, alberga detalles arquitectónicos de gran relevancia, como su sacristía y su portada plateresca. Por otro lado, la iglesia de la Santa Trinidad y su portada plateresca destacan como una muestra del arte renacentista en Castilla-La Mancha.

Sin embargo, una de las mayores atracciones culturales es la iglesia de San Juan Bautista, transformada en un espacio de arte contemporáneo por el pintor Jesús Mateo. Las pinturas murales que decoran su interior, protegidas por la UNESCO desde 1997, son un ejemplo de la fusión entre la historia y la modernidad.

La naturaleza que rodea a Alarcón

El río Júcar no solo define la geografía de Alarcón, sino que también aporta una riqueza paisajística que lo convierte en un lugar idóneo para el turismo rural.

El camino de las hoces, una senda que recorre los alrededores del municipio, permite apreciar vistas únicas y explorar otros elementos defensivos, como la Puerta del Río o la Torre del Cañavate.

Por su parte, el embalse de Alarcón, situado al norte del pueblo, ofrece actividades acuáticas y es un punto de encuentro para quienes disfrutan de la naturaleza. Este entorno, que combina la historia con el paisaje, refleja la simbiosis entre el patrimonio humano y el medio natural.

La importancia de Alarcón y su legado

En 1981, Alarcón fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, un reconocimiento que subraya la importancia de su patrimonio cultural y arquitectónico. Desde entonces, se han llevado a cabo diversos esfuerzos para preservar su legado y promoverlo como un destino turístico de relevancia.

El papel de Alarcón en la historia de Castilla-La Mancha también se refleja en su influencia en el desarrollo político de la región. En la iglesia de Santa María se aprobó el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha en 1981, marcando un hito en la historia reciente de la comunidad.

A pesar de contar con una población de apenas 176 habitantes según el INE de 2024, Alarcón se mantuvo como un punto de interés tanto para los amantes de la historia como para quienes buscan un entorno tranquilo y lleno de encanto.

Su economía, basada principalmente en el turismo y en el cultivo de lentejas, refleja la adaptación de esta pequeña villa a las demandas del presente sin olvidar su pasado.