OkSalud
Tumor más frecuente en hombres

La terapia focal elimina el cáncer de próstata localizado sin comprometer la función prostática

El Hospital Ruber Internacional aplica esta alternativa terapéutica en pacientes jóvenes interesados en mantener una buena vida sexual y en pacientes mayores no candidatos a cirugía o radioterapia

Las diferentes alternativas de terapia focal permiten mantener la función prostática en más del 90% de los casos, con muy pocos efectos secundarios y un perfil de seguridad muy alto

El cáncer de próstata ha sido el carcinoma más frecuente diagnosticado en hombres durante el pasado año, según el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) «Las cifras del cáncer en España» de 2021. La cirugía o la radioterapia son opciones terapéuticas que han logrado grandes avances en la supervivencia de estos pacientes. Aunque tienen un riesgo, la pérdida de la función sexual. La terapia focal es un tipo de tratamiento que supera este problema al tratar solo el foco del tumor en lugar de toda la próstata. La Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional ofrece diferentes tipos de terapia focal a través de sus especialistas.

Tal y como asevera el jefe de la Unidad, el urólogo Antonio Allona Almagro, la terapia focal se aplica en tumores localizados y con opción a tratamiento curativo. Como señala, está indicada en pacientes con tumores pequeños y que tengan un máximo de dos o tres focos muy cercanos uno del otro y que permita tratar una parte pequeña de la próstata. «Aparte, es necesario que sea un paciente que no tenga un tumor agresivo. También importa el propio deseo del enfermo, que según su edad y sus expectativas sexuales decida este tratamiento», destaca el jefe de la Unidad de Urología.

Por otro lado, el jefe asociado de la Unidad de Urología del Hospital Ruber Internacional, Juan Ignacio Martínez-Salamanca, explica que debe ser un tumor de bajo grado o de riesgo intermedio favorable. Asimismo, señala que se necesita una «buena concordancia entre los hallazgos de la resonancia magnética y los hallazgos de la biopsia de fusión».

Este especialista aclara que el objetivo no es solo preservar la función sexual del paciente: «La terapia focal protege la calidad de vida manteniendo la función prostática, que afecta a la esfera de la masculinidad o al placer en un encuentro sexual». De acuerdo con el urólogo, en la terapia focal «se busca conseguir un equilibrio entre la eliminación del tumor y mantener la calidad de vida sin comprometer los resultados oncológicos a largo plazo. Así como llevar a cabo la vigilancia activa del resto de la glándula».

Tres técnicas distintas

Existen diferentes tipos de terapia focal. Concretamente, el Hospital Ruber Internacional emplea tres técnicas distintas: la crioterapia, el HIFU (Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad) y la electroporación. «La crioterapia es una fuente de energía que está basada en frío y que se puede aplicar en cualquier localización prostática. El HIFU está indicada en tumores posteriores de la próstata, cerca del recto. Mientras que la electroporación (pulsos de alto voltaje de energía eléctrica) es bastante versátil, aunque no tanto como la crioterapia», destaca Martínez-Salamanca.

Las diferentes alternativas de terapia focal permiten mantener la función prostática en más del 90% de los casos, con muy pocos efectos secundarios y un perfil de seguridad muy alto. Aunque requieren un seguimiento más estrecho. A su vez, el 15% de los pacientes van a necesitar algún tratamiento adicional. Afortunadamente, esto no es un problema: «Un enfermo después de terapia focal se puede perfectamente operar o tratar con radioterapia sin aumentar sus riesgos en comparación con que lo hubiese hecho antes de la terapia focal», precisa el doctor Martínez- Salamanca.

Ya sea por la necesidad de realizar un tratamiento adicional o por no cumplir los requisitos necesarios para una terapia focal, el Hospital Ruber Internacional facilita distintas alternativas. Respecto a las opciones quirúrgicas, el centro hospitalario ofrece una prostatectomía radical laparoscópica, asistida por el robot quirúrgico Da Vinci. Como apunta el doctor Antonio Allona, «el Da Vinci, con independencia de ser una cirugía menos invasiva, solo tiene dos inconvenientes. El paciente tiene que someterse a anestesia general y es una intervención más cara que el uso de la cirugía abierta convencional o la cirugía laparoscópica no asistida por el robot Da Vinci. Por lo demás todo son ventajas».

El tratamiento con radioterapia es otra opción válida. En particular, el Ruber Internacional dispone del sistema de radiocirugía robótica «Cyberknife». Es una técnica de radioterapia que reduce el número de sesiones necesarias sin disminuir la seguridad oncológica.