Opinión
OPINIÓN

Estalla la guerra civil en el movimiento trumpista

  • Carlos Esteban
  • Columnista de Internacional. Quince años en el diario líder de información económica Expansión, entonces del Grupo Recoletos, luego en Intereconomía, donde fundó el semanario católico Alba, escribió opinión en Época, en La Gaceta y ahora como freelance en OKDIARIO.

Hasta aquí no llegan ni los ecos, pero en Estados Unidos los MAGA andan a la gresca, en una guerra civil por la definición de la America First que amenaza con no dejar títere con cabeza a un año de las legislativas de medio mandato. Cuando mataron a Charlie Kirk, el carismático activista MAGA líder de Turning Point USA, su viuda y sucesora el frente de la organización, Erika Kirk, lanzó en el hollywoodiense homenaje que le montó la Administración Trump un discurso en el que aseguró que el asesino, que creía haber acabado con Charlie, en realidad había hecho nacer a muchos “Charlies”.

Mintió. Ha sido morir Charlie y empezar a llenarse eso de aspirantes a cubrir su puesto con visiones antitéticas sobre su mensaje y, lo que es peor, iniciarse una guerra a muerte entre las figuras más señeras del movimiento trumpista.
Aquí ya hemos hablado de la factura del MAGA como consecuencia de la conducta errática de su líder, el presidente Donald Trump. Todo el mundo ahí está en teoría de acuerdo en el “América Primero”, pero no todos coinciden en qué significa América, exactamente.

Para unos, el movimiento trata de combatir la entrada de ilegales, pero dando una amplia cobertura al ingreso en Estados Unidos -y en su mercado laboral- a un generoso contingente de extranjeros, sobre todo los indios y chinos que exigen las grandes tecnológicas. En cuanto a la actuación exterior, estos mismos se oponen en principio a las aventuras bélicas con el objetivo utópico de “exportar la democracia”, pero se muestran más que partidarios de una política agresiva en el mundo para avanzar los intereses americanos. Vienen a ser neocons reciclados, antiguos “nevertrumpers” que han visto la luz. Para los otros, los de toda la vida, ambos conceptos son la abominación de la desolación, un modo de tomarles el pelo.

Las hostilidades, larvadas durante meses, estallaron con fuerza en el America Fest de Turning Point USA, el mayor evento de la organización desde la trágica muerte de su fundador. Y fue cosa de ver un festival en el que unos participantes se dedicaban a poner a parir en sus discursos a otros participantes del mismo evento que, llegado su momento de hablar, respondían a los insultos con otros nuevos.

En una esquina de este ring improvisado, Ben Shapiro, fundador del Daily Wire, dio el pistoletazo de salida calificando a las estrellas del “hard MAGA” Candace Owens, Tucker Carlson, Megyn Kelly y Steve Bannon de “fraudes y estafadores”. Shapiro, que en su día llegó a escribir que nunca votaría a Trump, aseguró que el movimiento conservador “está en grave peligro”, y no porque lo amenace la izquierda, sino por la infiltración de “charlatanes que dicen hablar en nombre de principios pero en realidad trafican con conspiracionismo y deshonestidad.”

Se despachó a gusto: llamó a Bannon, quien fuera jefe de estrategia en el principio del primer mandato de Trump, “una broma de relaciones públicas”, refiriéndose a sus relaciones con el oscuro proxeneta Jeffrey Epstein, la apertura de cuyo archivo por el FBI había sido gestionada con tanta sabiduría por Trump, según Shapiro. De Tucker Carlson, el periodista conservador más seguido del planeta, dijo directamente que es un peligroso antisemita, como su cómplice en las redes, Candace Owens, ambos traficantes de peligrosas teorías de la conspiración.

Carlson respondió con la misma hostilidad. Después de llamar a Shapiro “personaje pomposo”, se rio de la pretensión del líder del Daily Wire de liderar intelectualmente el movimiento MAGA. Carlson negó ser antisemita, condenó tajantemente el antisemitismo y criticó la “cultura de la cancelación” que estaban resucitando los partidarios de Shapiro contra los partidarios de poner fin a las aventuras imperiales de Washington.

Los decepcionados votantes MAGA ya se están agrupando en torno a las figuras mediáticas de su nuevo movimiento bajo un nuevo lema, AFAO: America First and Only, América Primero y Exclusivamente. Mientras, el desarbolado partido demócrata sonríe, soñando con una recuperación del Congreso cada día más probable.