Cambio climático

Los meteorólogos explican la dificultad de prever la DANA y los ecologistas señalan a los culpables

Meteorólogos y ecologistas señalan que la sucesión de fenómenos meteorológicos muy extremos tiene una "relación directa" con el cambio climático

Recalcan que el planeta se va a seguir calentando, al igual que el Mediterráneo, lo que va a suponer un "combustible extra" para este tipo de fenómenos

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Vehículos amontonados en una calle tras las intensas lluvias de la dana en la localidad valenciana de Picaña este miércoles. (Foto: EFE / Biel Aliño)
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Tras el desastre natural que ha dejado la DANA en Valencia y Castilla – La Mancha con la pérdida de vidas humanas, personas desaparecidas y numerosos daños materiales los expertos tratan de dar explicaciones y los ecologistas aprovechan para señalar a los culpables.

Los meteorólogos niegan falta de previsión en las intensas e inusuales lluvias en Valencia, asegurando que «las DANAs son difíciles de pronosticar» y que las intensas precipitaciones fueron resultado que estuviera «estática durante muchísimo tiempo en una misma región».

Por su parte, desde Greenpeace, destacan que los datos preliminares apuntan a que la DANA que ha azotado varias provincias, podría encontrarse entre las peores del último siglo en la Comunidad Valenciana. La organización ambiental señala al cambio climático y que las corporaciones de combustibles fósiles deben responsabilizarse de los daños.

Imposibilidad de predecir

Los meteorólogos aseguran que, a pesar de que la previsión para este martes avanzaba condiciones meteorológicas adversas por la DANA que ha asolado, principalmente, la Comunidad Valenciana, «el estado del arte de la predicción» no puede prever cantidades tan grandes como las que cayeron en Valencia.

Así se han expresado en declaraciones a Europa Press la directora meteorológica de Eltiempo.es y doctora en Física Mar Gómez, y el meteorólogo colaborador de Meteored, Francisco Martín León, que han precisado que, en general, estos fenómenos son «erráticos» y hay que seguirlos «minuto a minuto».

Por su parte, Mar Gómez ha explicado que la previsión para el episodio que se ha vivido este martes estaba «bastante claro, entre comillas» y ha recordado que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió un aviso rojo (extremo) para Valencia, el máximo nivel de aviso que se puede emitir.

Múltiples factores

Aún así, considera que se han unido «varios factores». Entre ellos, que la tormenta «se quedó estática durante muchísimo tiempo en una misma región», que el agua del Mediterráneo está «un poquito más cálida» de lo normal, lo que aportó mucha humedad a este sistema tormentoso. Además, señala otro punto como el flujo de levante y que esta situación se mantuvo durante más de doce horas.

«Lo que sí estaba previsto es que hubiera una cantidad de precipitación muy importante descargando en muy poquito tiempo, y por eso se emitió ese aviso rojo. Pero en general las DANAs son sistemas que hay que seguir minuto a minuto porque evolucionan a veces un poco erráticamente, son difíciles de pronosticar», ha indicado.

Relación con el cambio climático

La directora meteorológica de Eltiempo.es también ha señalado que la sucesión de fenómenos meteorológicos muy extremos tiene una «relación directa» con el cambio climático. «A la vez que la temperatura del planeta aumento, el aire es capaz de retener más humedad, lo que hace que las lluvias sean más intensas», ha detallado.

Además, ha añadido que el Mediterráneo está «más cálido de lo normal, lo que constituye un ingrediente extra a la hora de aportar humedad al Levante ya que el agua cálida genera humedad adicional que hace que estas lluvias tengan un carácter más torrencial».

De cara al futuro, ha recalcado que el planeta se va a seguir calentando, al igual que el Mediterráneo, lo que va a suponer un «combustible extra» para este tipo de fenómenos.

DANA Valencia
Varias personas junto a coches destrozados tras el paso de la DANA por el barrio de La Torre de Valencia, a 30 de octubre de 2024, en Valencia, Comunidad Valenciana (Foto: Rober Solsona – Europa Press)

DANA imprevisible

Mientras, el meteorólogo colaborador de Meteored, Francisco Martín León, se ha expresado en la misma línea y ha indicado que, según los modelos numéricos actuales, «ya había signos de adversidad» previstos para Valencia y, como Gómez, ha recordado que la AEMET activó distintos avisos.

Sin embargo, ha admitido que hoy en día no se pueden prever «como querrían» intensidades «tan brutales» como las observadas en la Comunidad Valenciana, en zonas de Málaga y Almería.

En cualquier caso, ha indicado que «no es posible» decir que el cambio climático está detrás de la DANA o que va a hacer que estos fenómenos extremos se vuelvan más comunes.

Estudios científicos

En un artículo publicado este miércoles en su blog en Meteored, Revista del Aficionado a la Meteorología, Martín León cita varios factores que pueden influir. En el texto, hace referencia a estudios científicos que argumentan que «en un mundo más cálido, los huracanes, tifones, borrascas y tormentas dispondrán de más cantidad de vapor de agua en la atmósfera».

Por otro lado, señala que estos sistemas encuentran otra fuente de energía para volverse más potentes y adversos en el calor almacenado en las aguas de los mares y océanos.

Aún así, insiste en que las investigaciones muestran «bastante incertidumbre» con respecto a si las DANAs muy activas van a aumentar en un mundo más cálido y que los expertos, en cambio climático inciden en que el clima será más extremo en las latitudes donde se encuentra España y que tenderán a incrementarse «las sequías prolongadas con periodos de precipitaciones extremas repartidas con más periodicidad».

Dana Sedaví
Varios jóvenes permanecen en un local deteriorado tras las intensas lluvias de la fuerte dana que afecta especialmente el sur y el este de la península ibérica, este miércoles en Sedaví (Valencia). (Foto: Biel Aliño – EFE)

Cóctel terrorífico

Para la organización ecologista Greenpeace, «la DANA que está arrasando el sureste de España, y que ahora se desplaza hacia Andalucía, tiene causas y también culpables».

La organización ecologista señala que «el cambio climático no sólo está calentando la atmósfera, también los mares. Las excesivas temperaturas del mar Mediterráneo, por encima de la media desde abril de 2022, forman un cóctel terrorífico, actuando como una reserva de energía y humedad para alimentar estos temporales y hacerlos más intensos y severos, con mayores precipitaciones».

Gestión hidrológica del estado

Desde Greenpeace se señala que a todo esto «se suma la realidad de la gestión hidrológica en todo el Estado: cauces fragmentados con muchos obstáculos, excesivamente canalizados, y zonas inundables urbanizadas (más de un millón de hogares en España se levantan en zonas inundables) agrava los impactos de las lluvias torrenciales. Incluso en zonas donde no ha llovido, el desbordamiento de ríos y su evacuación al mar ha provocado grandes daños».

«Ante esta realidad de cambio en los eventos meteorológicos, es necesario aplicar medidas ambiciosas que reduzcan las emisiones y frenen el avance del cambio climático. Estos episodios extremos nos muestran que la falta de ambición climática, la insuficiente reducción de emisiones de los planes recién aprobados, tienen consecuencias mortales», añade la organización.

El coste de las catástrofes climáticas

Tras esta DANA en Valencia y Castilla – La Mancha, salen a relucir datos como que el 71% de las indemnizaciones y que son el fenómeno atmosférico que más muertes provoca en España.

Tras esta catástrofe, los ambientalistas adelantan vaticina que «uno de los grandes debates en la próxima cumbre del clima, la COP29, va a ser quién tiene que pagar los costes de las pérdidas y daños que provoca el cambio climático».

Para Greenpeace está muy claro quiénes deben de pagar estas consecuencias, señalando a las corporaciones de los combustibles fósiles, ya que, «son ellas y no la sociedad quien debe afrontar esos costes, además de los de adaptación (para prevenir más daños por el cambio climático ya en marcha) y los de mitigación (para poner freno al proceso de calentamiento global y evitar que sobrepase el peligroso umbral de 1,5 ºC fijado en el Acuerdo de París)».

DANA Caballo
Un veterinario saca a un caballo de una zona inundada en la barriada de Doña Ana en la Estación de Cártama en Málaga (Foto: Jorge Zapata – EFE)

Cambios irreversibles

Este tipo de fenómenos y los cambios que se están notando en la tierra son calificados por Greenpeace como «irreversibles», alertando de que se deben tomar también medidas de adaptación para proteger a las personas y aumentar la resiliencia de los territorios.

Entre las causas de estas inundaciones y daños se identica que «las superficies impermeables, ya sean campos secos, cauces erosionados o superficies asfaltadas aumentan la velocidad del agua y los impactos a su paso».

Entre las soluciones Greenpeace explica que se debe «recuperar el flujo natural del ciclo hidrológico, regenerando ecosistemas vitales que absorben el agua y ralentizan su curso, como zonas de ribera, llanuras de inundación, humedales y ecosistemas costeros, tanto en zonas urbanas como periurbanas y mejorar la permeabilidad y capacidad de respuesta de las superficies urbanas ante las lluvias torrenciales».

nuevo cauce del Turia
Parte desbordada del nuevo cauce del Turia. (Foto: EP)

¿Quiénes son los culpables?

Tras esta tremenda y devastadora DANA, la organización ecologista se identifica como culpables a las empresas que basan su negocio en los combustibles fósiles, principales causantes de la crisis climática, se siguen lucrando y continúan presionando en contra de la ambición climática y para eludir su responsabilidad».

Greenpeace demanda que paguen las consecuencias de los daños que el cambio climático está provocando en la sociedad. La próxima Cumbre del Clima (COP29), que se celebrará en Bakú (Azerbaiyán), del 11 al 22 de noviembre, es clave para dirimir quién costea las consecuencias de la intensificación de los eventos meteorológicos extremos.

Restaurar la naturaleza

Todo apunta, según la organización a «la pérdida de biodiversidad, víctima y a la vez solución de esta crisis, también está detrás de lo que está ocurriendo». Proponen el restaurar la naturaleza al ser «la clave para protegernos frente a eventos extremos a la vez que es una oportunidad transformadora para tener unos entornos resilientes y sanos para la biodiversidad y las personas. Para esto se necesitan medidas desde el nivel local hasta el global».

Se recuerda que en Cali (Colombia) está teniendo lugar la cumbfre de la COP16 centrada en biodiversidad, en la que se está negociando la implementación del Acuerdo para  proteger el 30 % de la superficie terrestre y 30 % de la superficie marina global.

Más financiación

El efecto de recuperar la naturaleza «tendría repercusión a nivel nacional, en la restauración de ecosistemas degradados que nos podrían proteger de las inundaciones», apuntan los ecologistas. Para la implementación de este acuerdo es fundamental la financiación, «algo que los Gobiernos no están cumpliendo», reprocha Greenpeace.

«Se debe redirigir el dinero destinado a actividades dañinas con la naturaleza a medidas de protección, y avanzar urgentemente en la implementación de las metas y objetivos acordados en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal. Invertir en restaurar la biodiversidad es invertir en salud y en protección de las personas», concluye la entidad ecologista.