Doñana termina el 2024 cerrando 1.197 pozos de agua y detectando 721 puntos ilegales

• Antonio Quilis Sanz @AntonioQuilis
• Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.
• • 10/01/2025 06:00
  • Actualizado: 10/01/2025 06:00

El entorno del Parque Nacional de Doñana termina el 2024 con el cierre de 1.197 pozos de agua, detectando 721 puntos ilegales y precintando 55 tomas de riego.

Estos datos, recogidos hasta diciembre de 2024, son fruto de los trabajos iniciados dentro del Marco de Actuaciones para Doñana (Huelva) que ha llevado a cabo la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Los pozos legales clausurados y sellados en Doñana sustituyen su aporte de agua con «recursos superficiales del trasvase».  Así lo indica el informe de seguimiento del Marco de Actuaciones para Doñana en su actualización del mes de diciembre de 2024.

Procedencia desconocida

También se indica que, de esas 55 tomas de agua precintadas, hay 19 medidas provisionales adoptadas que afectan a invernaderos «en los que no se pudo detectar la procedencia del agua de riego», por lo que la medida cautelar ha consistido en «abstenerse de regar», según Europa Press.

En este sentido, indica el informe elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) que el cierre de pozos en procedimientos de ejecución forzosa ha venido acompañado de la ejecución de medidas cautelares de precintado de tomas en el seno de procedimientos sancionadores, «cuyo objeto es impedir la continuidad de la infracción derivación ilegal de aguas».

Así mismo, apunta que la superficie ilegal estimada que riegan estas tomas es de unas 238 hectáreas y el volumen derivado 1,37 hm³/ año.

Cierre de pozos legales

Por otro lado, señala que se ha ejecutado el cierre de pozos «legales» vinculados a la concesión de aguas trasvasadas para la Comunidad de Regantes de El Fresno-Guadalquivir.

Así, el informe indica que a fecha de diciembre se habían cerrado en esa zona 450 captaciones, «entre las que se incluyen 82 pozos de cuya existencia no se tenía constancia con anterioridad».

En este sentido, indica el MITECO que el cierre de estos aprovechamientos es «un requisito recogido en el condicionado de su concesión de aguas superficiales».

Pozos ilegales

En total, el número de pozos ilegales con sellado en Doñana en trámite asciende a 205, el de los sellados a 294, de los cuales 162 han sido cerrados «voluntariamente» y 132 han sido sellados por la CHG.

Además, los 55 pozos han sido precintados con medidas cautelares, así como 18 se encuentran con cierre suspendido por procedimiento judicial, mientras que los pozos sellados por sustitución con recursos superficiales del trasvase ascienden a un total de 476.

Teledetección espacial

Se destaca que el informe explica que la CHG realiza dos campañas de inspección de cultivos bajo plástico cada año, «recurriendo para ello a técnicas de teledetección espacial».

De este modo, se analizan imágenes correspondientes al otoño, «cuando el plástico se está colocando sobre los invernaderos», y a la primavera, «cuando la campaña está finalizando». Esta información, una vez procesada, se cruza con otros datos cartográficos de derechos de riego, declaraciones de la Política Agraria Común (PAC), localización de balsas, etc.

Con estos análisis se preparan planes de visitas para la inspección supervisada de los aprovechamientos, seleccionando las explotaciones que serán objeto de revisión directa en campo.

Disminución de cultivos bajo plástico

Al respecto, recoge el informe que la evolución de la superficie en la que se implantan los cultivos bajo plástico «viene reflejando una leve, aunque progresiva disminución, reduciéndose desde las casi 6.000 hectáreas que se reconocieron a comienzos de la serie (primavera de 2017) a unas 5.496 en la actualidad».

Esto refleja, según apunta el informe que, de estas superficies cultivadas, «unas 700 hectáreas se sitúan fuera de la superficie agrícola regable», por lo que sobre ellas hay «una presunción de ilegalidad», aunque «algunas tienen derechos de agua reconocidos legalmente, lo que motiva las inspecciones que realiza la CHG».

Al respecto, el ministerio indica que las cifras actuales suponen, que desde la campaña 2018-2019, «la superficie en esta situación se ha reducido muy significativamente».

Lecturas manuales

El informe indica que la CHG trabaja en el entorno de Doñana, a la vez que con los pozos, con una red piezométrica con 263 sondeos operativos, «sobre los que mensualmente se realizan lecturas de nivel de forma manual».

Destacan que está en marcha un progresivo proceso de automatización de las lecturas del nivel piezométrico y su integración en el Sistema Automático de Información Hidrológica de la cuenca del Guadalquivir. Desde agosto de 2023 el número de puntos automatizados de la red se ha incrementado hasta los 177.

Además, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha contratado el sistema de delimitación -mediante técnica de teledetección- de las superficies de cultivos regados y estimación de los consumos en la Demarcación Hidrográfica del Guadiana para los años 2025, 2026 y 2027.

El sistema tendrá un coste de 331.837,46 euros y un plazo de ejecución de 36 meses. Los trabajos por realizar consisten en la aplicación de técnicas de teledetección para la discriminación de cultivos en el Alto Guadiana, Bullaque, Tirteafuera, zonas regables de Vegas Altas y Vegas Bajas y Ardila.

Ahorro y eficiencia hídrica

En concreto, se ejecutarán las acciones de recopilación de información, campaña de campo, clasificación de cultivos, demarcación de las superficies regadas, la estimación de consumos, la cuantificación de resultados y, finalmente, la elaboración de informes.

La implementación de este tipo de tecnologías permite fomentar el ahorro y la eficiencia hídrica para llevar a cabo una gestión moderna y sostenible del uso del agua.

Desde la CHG se destaca que «los últimos avances en tecnologías de teledetección abren todo un abanico de posibilidades a las Administraciones Hidráulicas para comprobar y vigilar los consumos de agua en la agricultura de una forma sencilla, rápida, continuada y exhaustiva».