Cuidado con coger las setas mortales o alucinógenas: conoce las precauciones cuando salgas al campo
La mejor manera de realizar esta actividad de forma segura es seguir las recomendaciones de los expertos e informarte antes de salir al campo
Llega la temporada otoñal de setas, una actividad muy apreciada por la población que en estos días se dirige a las zonas más idóneas para su recolección y disfrute posterior, pero con la precaución de no escoger las que sean mortales o alucinógenas.
La mejor manera de realizar esta actividad de forma segura es seguir las recomendaciones de los expertos y conseguir disfrutar del campo de una manera respetuosa con el entorno.
Ante la duda, no las cojas
Ante la gran expectativa de recolección que se avecina tras las lluvias de las pasadas semanas, la Comunidad de Madrid recomienda extremar la precaución en la recogida de setas y hacerlo sólo en el caso de tener la absoluta seguridad de que son comestibles y evitar que sean mortales. Si existe algún tipo de duda, lo más prudente es dejarlas en el campo o consultar a un experto en la materia.
Si no tienes experiencia, lo mejor es que contrates un guía especializado a través de una agencia autorizada o reconocida, que te asegure que tu día de recogida sea óptimo, seguro y sin sorpresas.
No todos se pueden comer
Toda una actividad muy atractiva, siempre encaminada a que las setas que te comas no sea la última de tu vida, sean mortales, una expresión muy repetida entre los que conocen y practican su recogida.
En resumen, que siempre podamos decir que estos hongos están de muerte, por su sabor y su valor gastronómico, y no por la imprudencia en su ingesta al desconocer las más peligrosas.
Desde la Comunidad de Madrid indican que la temporada otoñal de su recolección ha comenzado este mes de octubre y que la región cuenta con una gran variedad de hongos, algunos de ellos muy apreciados para su consumo, como níscalos, champiñón silvestre o el boletus. Pero no todos se pueden comer, ya que algunas especies de setas son venenosas y mortales.
Las más peligrosas
Es el caso de las setas amanita phalloides, la más peligrosa para los aficionados a la micología, que pueden resultar mortales. Otras especies tóxicas son la marasmius y la amanita muscaria o matamoscas, que también es alucinógena.
En caso de posible intoxicación, la recomendación es acudir de inmediato a un centro sanitario con una muestra de lo que se ha ingerido. Conviene no consumir todas las que se recojan y guardar alguna durante al menos 3 días, porque pueden ocasionar efectos negativos en el organismo hasta 72 horas después de haberlas comido.
Cortadas, nunca arrancadas
Por ejemplo, el Cuerpo autonómico de Agentes Forestales de la región se encarga de velar para que esta actividad se lleve a cabo respetando el medio natural. Estos profesionales recuerdan que las setas deben ser cortadas, nunca arrancadas, para que de esta manera vuelvan a brotar en el mismo sitio.
Además, es aconsejable transportarlas en una cesta donde suelten sus esporas, evitando los espacios cerrados o las bolsas de plástico, que pueden dar lugar a que se rompan, ensucien, humedezcan o fermenten.
Respeto por el entorno
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, a través de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal, destaca también la necesidad de asegurarse que la actividad se realiza dentro de un monte público (señalizado a la entrada). Y en el caso de fincas particulares, contar con el consentimiento del propietario.
Además, varios municipios madrileños disponen de una normativa específica para el aprovechamiento micológico, exigiendo la emisión de una licencia. En Madrid son Rascafría, Miraflores de la Sierra y Lozoya, dentro del marco regulatorio establecido en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, además de Bustarviejo y Canencia, fuera de este ámbito.
De forma segura
Los Agentes Forestales realizan controles de las especies, su peso y el lugar de recolección, para asegurar la explotación sostenible de este recurso natural. En caso de incumplimiento se procede al decomiso y denuncia de los hechos.
Así mismo, recuerdan que se debe circular con vehículos sólo por los lugares permitidos y no obstruir caminos, pistas ni barreras que puedan impedir el paso de coches oficiales y de emergencias. También, asegurarse de que en la zona no se están realizando actividades cinegéticas.
Las regulaciones vigentes en comunidades como Castilla y León, Galicia, Cataluña o la Comunidad de Madrid indican una cantidad máxima por persona y en algunas de ellas es necesario tener una licencia o un carné de actividad. Por lo que es necesario informarse bien antes de salir a recolectar las setas.
Evita las multas
Y es que las sanciones por incumplir las normas pueden ocasionar más de un disgusto. Por ejemplo, en Castilla y León, la normativa estipula que para recoger setas en los montes catalogados no acotados hay que disponer de un permiso.
Además, en esta región no está permitido recolectar setas de manera generalizada, y sólo se pueden coger hasta tres kilogramos de setas, y nunca se pueden comercializar. En otros lugares protegidos, como en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el máximo es de 5 kilos.
También, en Castilla y León, si la infracción ha causado daños al monte con unos costes de reposición iguales o superiores a 10.000 euros e inferiores a un millón de euros o cuyo plazo de reparación o restauración sea inferior a 10 años y superior a seis meses, será considerado una infracción muy grave.
Recomendaciones y prohibiciones
Entre las recomendaciones más importantes para realizar una recogida de setas que no dañe el entorno te detallamos las siguientes:
- Se deben respetar los ejemplares pasados, rotos o alterados, por su valor de expansión de la especie, y aquellos que no sean motivo de recolección.
- Los sistemas y recipientes elegidos por los recolectores para el traslado y almacenamiento de las setas dentro de los montes de donde procedan, deberán ser rígidos o semirrígidos y permitir su aireación.
- En caso de los hongos hipogeos, el terreno deberá quedar en las condiciones originales, rellenando los agujeros producidos en la extracción con la misma tierra extraída.
- Las únicas herramientas de corte a utilizar serán cuchillos, navajas o tijeras, en todo caso con dimensiones de hoja inferiores a 11 centímetros.
- Las portillas, cancelas u otros elementos relacionados con cerramientos deberán dejarse en el mismo estado en el que se encontraban previamente, cada vez que se atraviesen.
- Toda persona que lleve a cabo la recolección deberá portar documento acreditativo de su identidad personal, así como los permisos indicados, sin perjuicio de otras autorizaciones o permisos que sean exigibles en cada caso.
Quedan prohibidas las siguientes prácticas:
- Remover el suelo de forma que se altere o perjudique la capa vegetal superficial, ya sea manualmente o utilizando cualquier tipo de herramienta, excepción hecha en cuanto a los hongos hipogeos, en cuya recolección podrá usarse el machete trufero o asimilado.
- Usar o portar cualquier herramienta apta para el levantamiento indiscriminado de mantillos, tales como hoces, rastrillos, escardillos, azadas o cualquier otra que altere la parte vegetativa del hongo.
- La recogida durante la noche, que comprenderá desde la puesta del sol hasta el amanecer, según las tablas de orto y ocaso.
- Destruir o deteriorar ejemplares pertenecientes a especies distintas de las que son objeto de recolección.
- Recolectar los ejemplares muy inmaduros o en estado de huevo por que se dificulta su identificación y puede provocar su confusión con otras especies tóxicas.
- Por seguridad para el recolector se prohíbe la recolección de setas silvestres en las zonas donde se estén realizando cortas de arbolado.
- Realizar actividades de compra-venta de setas en el interior del monte, incluyendo sus pistas, aparcamientos y áreas recreativas.