Soy profesor de autoescuela y ésta es la razón por la que no debes llenar el depósito
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Para cualquier conductor, llenar el depósito del coche es una acción rutinaria. Sin embargo, detrás de este gesto se esconden una serie de errores que pueden tener consecuencias para el propio vehículo. Una de las más comunes es llenar el depósito hasta el tope, incluso después de oír el característico «clic». Pero, ¿qué ocurre cuando llenamos hasta arriba? Un profesor de autoescuela lo ha explicado en un vídeo que se ha hecho viral en redes sociales: los vapores de combustible no tienen espacio para expandirse y, por ende, el sistema deja de funcionar como es debido.
Esto es especialmente peligroso cuando hace mucho calor, ya que el combustible también tiende a expandirse. Cuando el depósito no tiene espacio de seguridad, se convierte en una especie de olla a presión que, en el peor de los escenarios, puede provocar un incendio. Los fabricantes indican claramente que en ningún caso se debe sobrepasar el nivel del primer «clic» de la manguera, ya que cada depósito está diseñado con un determinado espacio de expansión para compensar variaciones tanto de presión como de temperatura.
La razón por la que no debes llenar el depósito
@autoescuela_merinero Recuerda 👍 Llenar el depósito hasta arriba puede dañar el sistema de recuperación de vapores del coche. Además, con las temperaturas altas puede generar pérdidas por sobrepresión. ¡No cometas este error al repostar! ⛽ #autoescuelamerinero #repostaje #gasolina #consejomecánico #mecánica ♬ sonido original – Autoescuela_Merinero
Repostar combustible es uno de esos gestos cotidianos que se hacen sin pensar demasiado. Es tan sencillo como llegar a la gasolinera, colocar la manguera, esperar el «clic» que indica que el depósito está lleno, ¡y listo! Sin embargo, algunos conductores añaden unos céntimos más para dejar la cifra redondeada en 50 o 70 euros, por ejemplo. Sin embargo, lo que pocos saben es que esta práctica es muy peligrosa.
La manguera tiene un sensor de vacío que detecta cuando el nivel de combustible alcanza la boquilla; una vez llegado a este punto, hace «clic» y corta automáticamente el flujo para evitar derrames como medida de seguridad. Por lo tanto, al seguir apretando, lo que se hace es forzar gasolina extra en un espacio que ya está a tope. Este exceso no va a hacer que el vehículo recorra más kilómetros, pero sí puede traer problemas muy serios.
Para entender por qué es tan importante no llenar el depósito hasta arriba, es interesante conocer qué es y cómo funciona la cámara de expansión. Se trata de un espacio donde se acumulan los vapores generados cuando el combustible cambia de temperatura. Aquí entra en juego el sistema EVAP (control de evaporación de gases), que se encarga de redirigir esos vapores para que se quemen en el motor. Sin embargo, al sobrellenar el depósito, ese margen desaparece: el EVAP no recibe vapor, sino líquido, y deja de funcionar correctamente. El resultado son fallos en la combustión, olores a gasolina y encendido del testigo de avería.
- Cuando el depósito no tiene espacio para que el combustible se expanda, se genera un aumento de presión interna que recae directamente sobre la comba de gasolina, que sufre un desgaste prematuro. Con el tiempo, esto puede se traducirse en una pérdida de potencia, dificultades de arranque e incluso la necesidad de sustituirla por completo.
- Uno de los efectos más frecuentes del sobrellenado es el encendido del testigo de avería, ya que, cuando el EVAP se inunda de líquido, interpreta que hay un fallo.
Medio ambiente
Más allá de la seguridad del vehículo, este gesto puede hacer que se derrame combustible en el suelo de la estación de servicio, lo que conlleva varios problemas. En primer lugar, un charco de gasolina, aunque sea pequeño, supone un riesgo de incendio. Asimismo, el combustible contiene compuestos perjudiciales, como el benceno. Finalmente, los derrames pueden acabar en aguas subterráneas.
Consejos prácticos
La costumbre de «añadir un poco más» de gasolina puede tener consecuencias muy serias. Estos son algunos consejos prácticos para repostar de una manera responsable:
- El surtidor de gasolina está diseñado para detenerse automáticamente cuando detecta que el depósito ha alcanzado su capacidad segura. Ese «clic» es la señal de que el tanque ya no necesita más combustible.
- La prisa es una de las grandes enemigas en una estación de servicio. Lo primero es asegurarse de que la manguera esté bien introducida en el depósito y, a continuación, se debe mantener la mano firme hasta oír el primer «clic».
- Las gasolineras suelen estar llenas de carteles recordando una norma básica: apagar el motor. Un motor encendido genera calor y pequeñas chispas eléctricas que, en un entorno cargado de vapores inflamables, pueden desencadenar un accidente.
- El combustible cambia de volumen según la temperatura, razón por la cual los depósitos tienen un espacio libre en la parte superior, donde se pueden acumular los vapores sin generar mucha presión. Si se llena hasta arriba, ese margen desaparece y el tanque se convierte en una especie de olla a presión.